La lucha por llegar a ser artista, y el hecho de ser mujer en un mundo de mentes cerradas, se dan de la mano en el espectáculo Ellas, que que se presenta el próximo viernes 16 de julio dentro de la programación de los Viernes Flamencos de Jerez. Esta nueva producción quiere representar la evolución que ha experimentado el papel de la mujer dentro del flamenco y cómo ha llegado a ser lo que es hoy en día. “Ellas es un espectáculo que está dedicado a la evolución y a la integración de la mujer en el flamenco. Las dificultades que tiene la mujer a la hora de ser artista, las fases por las que pasa una mujer desde que empieza a soñar y que le gusta cantar, y el paso de vivirlo en casa hasta pasarlo al escenario”, explica su directora María José Franco, quien, a esta base para la trama, añade la complicación que en ocasiones se encuentra la mujer al tener que replantear muchas partes de su vida a la hora de dar el paso para ser artista.
Es un espectáculo que surge de la inquietud de su directora de hacer “algo en lo que las mujeres fueran las protagonistas y que fuéramos parte viva del espectáculo”. Una labor para la que Franco ha tenido que investigar sobre el papel de la mujer en el flamenco a lo largo de la historia. “Ha sido un proceso muy enriquecedor ya que hemos descubierto aspectos ocultos, como que La Paquera tuvo casi que dejar de pensar en su papel familiar, y es un punto muy triste. Cuando se empezó a introducir a la mujer en el flamenco, bailaba sólo en ciertas fiestas y casi de manera oculta. No sabemos casi nada sobre esas mujeres y en el espectáculo se refleja a todas estas grandes cantaoras y se pregunta si de verdad conocemos a estas grandes artistas”, relata la directora de un espectáculo en el que a través del cante y el baile se dará a conocer una parte “del flamenco oculto, que es lo que han vivido ciertas mujeres como Fernanda de Utrera, la Paquera, o Juana Antúnez, que se suicidó porque no la dejaban ser artista… hay una parte oculta que nunca se habla de ello; parece muy fácil y que siempre hemos estado en la misma tesitura que los hombres, pero no es así”.
Para contar estas historias de tan alto calado social, el guión dramático del espectáculo se basa en cinco historias diferentes de cinco mujeres que han atravesado por diferentes situaciones relacionadas con las confrontaciones que supone el decidir ser artista siendo mujer y dedicarse por entero al flamenco. Sobre él, su directora María José Franco advierte que se trata de “una montaña rusa de emociones, porque ves que los sueños de esas cinco mujeres realmente se contraponen con la realidad… están todas las temáticas representadas dentro del espectáculo y cada uno tiene su parcela. Las cantaoras reflejan la lucha, el piano significa los sueños y el baile refleja las emociones. Ellas es un espectáculo que habla por sí mismo”.
Ella pretende ser un elemento que remueva las conciencias de todo aquel que vaya a verlo para que de una vez se sepa y se haga visible “el esfuerzo que realiza una mujer que quiere ser artista y todas las barreras que tiene que eliminar una mujer para bailar flamenco a todos los niveles, incluido el nivel sentimental, que requiere un apoyo especial”, explica Franco quien concluye asegurando que la creación del espectáculo se ha convertido en una experiencia “muy emocionante porque hemos tratado con cinco personalidades arrolladoras, cinco mujeres con mucha fuerza y cada una aporta muchísimo. El espectáculo con sólo el concepto de Ellas habla por si mismo y cada una tiene un papel fundamental en el espectáculo y nos une el mismo sentimiento, que es la lucha dentro del flamenco”.
La mujer en el flamenco
Al mirar con perspectiva la evolución que ha sufrido el papel que desempeña la mujer dentro del flamenco, vemos como actualmente se trata de una pieza fundamental para que funcione el mecanismo folclórico que mueve a la ciudad de Jerez como a otras tantas de nuestra geografía. Pero ¿qué aporta realmente la presencia de la mujer en el flamenco? Sobre ello nos habla María José Franco, afirmando que la mujer “aporta el color y el sentimiento… luego ya al cante le aporta otras tonalidades de voz mientras que al baile con la bata de cola, el mantón y la sensibilidad le da algo fundamental, sin ella no se entendería el flamenco. No ha sido siempre así; ha costado mucho pasar del flamenco de fiesta al flamenco de teatro, y si ese esfuerzo ha sido grande, el doble ha sido el esfuerzo que ha tenido que realizar la mujer”.
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