Capullo de Jerez: “Escucho raperos y no me dicen nada, pero escucho a Bob Marley y..."

Publicado: 07/05/2021
Esta semana ha salido en vinilo uno de los trabajos más celebrados de Miguel Flores, Capullo de Jerez, Este soy yo, mientras no para de celebrar actuaciones
Flamencoenvinilo ha puesto a la venta esta semana su primera gran referencia discográfica, la publicación por primera vez en formato 12 pulgadas el álbum Este soy yo de Capullo de Jerez, del que se han editado 500 copias, siendo 150 de ellas en vinilo bi-color. No es el único motivo por el que sentarse a conversar de flamenco con Miguel Flores Quirós. Tras publicar Mi música en 2019, ha dedicado el confinamiento a componer nuevos temas; entre ellos La música la están matando, que saldrá en breve en formato sencillo cuando acabe de grabar el vídeo clip.

Hace casi 20 años que sale El Capullo diciendo “Este soy yo”. ¿Qué queda de aquel chavea? ¿Quién es a día de hoy El Capullo de Jerez?

–Pues aquí estoy en el tema del flamenco y luchando por quedarme en el lugar que estoy, trabajando, haciendo muchas cositas, y me encuentro fuerte, me encuentro muy bien. Uno ha cambiado un poco porque ya va uno para mayor, salgo a menos fiestecitas. Y ahora con esto del virus que nos tiene locos, más encerrado, que parece que está uno preso.

 

¿Has reflexionado algo durante este confinamiento?

–Pues mira, después del rollo este del confinamiento, hice el disco Mi Música. Porque llevaba dos años paraditos, haciendo mis temitas, y ahora voy a hacer el videoclip de La música la están matando. Sacando temas y luchando por el flamenco.

¿Estás trabajando ya en algo más?

–Estoy preparando un tema, un single, que es lo que se lleva ahora, pero eso no quita que ahora en cuanto acabe el tema éste del virus me meta de nuevo en el estudio a grabar y a sacar nuevos temitas.

¿Por qué ese título de La música la están matando?

–La están matando porque hoy no hay música verdadera, que se sienta. La música no suena, la música no se siente, como digo en el tema. La música se va, la música no vuelve, la música es un lamento, y quien quiera sentir la música tiene que escuchar el flamenco. Y mañana por la mañana, cuando se rompa la noche, haremos locuras nuevas con el amor que nos sobre. No sé qué hacer ni sé a dónde ir, si tú me quieres, yo también te quiero a ti.

Pero eso de que la música la están matando es como un mantra, se viene escuchando desde hace muchos años, no es nada nuevo...

–Es que la música verdaderamente la tiene el que interpreta, el que la siente. Sin un cantaor no podría haber música.

¿Ahora los cantantes no sienten la música?

–No la sienten porque la vida está muy moderna, con esto del rapeo, de los ordenadores, con efectos en las voces, y después cuando vas a escucharlos en directo con unos micros, y cuando canto yo, por ejemplo ahora que he actuado en la plaza de toros de Madrid, los ves ahí y se bajan del escenario y se van, porque no son artistas ni sienten la música. Ellos van con su ordenador, con sus efectos para la voz... eso no es música. La música es decir algo por la boca, que tú lo sientas, y hay que sentirla.

En este disco de hace veinte años, cantabas por tangos: “Qué le pasa a este mundo con lo moderno, pa cantar gitano tienes que llevarlo dentro. Dejemos la hipocresía y vamos a vivir el flamenco. Esto no es vivir, que esto no es vivir”. ¿Sigues repitiendo lo mismo veinte años después?

–Aparte de eso también hago otras cosas. Pero lo que digo con esas letras es que hay un sufrimiento que está ahí y no tiene el valor que tiene que tener el flamenco. Y digo qué pasa con lo moderno, porque yo escucho ahora a los raperos y a mí no me dice nada. Pero escucho a Bob Marley y me encanta, lo llevo a todos lados. Escucho a Alejandro Sanz y me encanta. Son artistas que te dicen algo. Pero que pongas un aparato con un ritmo de fondo, eso no.

“No me gusta hablar de flamenco”, has dicho muchas veces.

–No me gusta porque como llevo más de cuarenta años de artista. ¿Tú sabes lo que es eso? Y solo yo. Por eso dije, "Esta es mi música y éste soy yo". Porque yo soy solo, el que camino, el que trabajo, no tengo apoyos de nada, ni de televisión, ni nada. Yo tengo talento y como de la música que tengo. Y tengo gente que viene de Valencia o Barcelona, y se tiran una hora en la puerta de mi casa hasta que estoy para echarse una foto conmigo. Y vienen las madres con los niños y me dicen, mira Miguel que tienes a mis hijos locos contigo. Me adoran, me adora todo el mundo. Tengo un clan de público. El otro día en la plaza de toros, todo el mundo gritando "Capullo, Capullo". Y no hace falta ser gitano, ni nada. La mayoría eran payiyos. Y sin embargo les gusta mi música.

Muchos de esos niños te conocen por tu música, pero también por esos vídeos virales de Canal Sur con la introducción aquella de Jesús Quintero...

–Para que veas tú la experiencia en el flamenco, que yo le contesté, tú serás el Quintero, pero yo llevo más de cuarenta años de artista y he estado en muchos sitios, con muchas figuras, y muchos maestros, como Lola Flores, la Pantoja. Y a ti no te he visto yo. Él quería verme a mí reaccionar y yo para esas cosas estoy ya pasadísimo.

Para mí tu das una respuesta muy coherente con tu filosofía de vida. Eso de que te pregunte, el mejor día de tu vida, y digas, el mío. El peor, un día que no tenga para comer. Tú vives el día a día

–Hombre, claro. Es que lo digo siempre, con dos palabras que lo dicen todo. Yo no creo en el amor, ni tampoco en la fama, porque la tierra se queda y la vida se acaba. Esto se acaba, no te lleva a nada. Lo que tengas aquí es lo que vas a tener, porque cuando te vayas para allá no te vas a poder llevar nada. Es como el que tiene dinero, y quiere más y quiere más. Para qué. Si no sirve para nada. Una vez que te vas no vas a meter el dinero en la caja. Lo importante para ser buen artista es ser humilde. Yo me hago fotos con todo el mundo. Lo mismo me da si tiene 200.000 millones de pesetas o con el basurero que está barriendo con una escoba. Para mí todos son igual.

Un tema muy recurrente en tus letras es la hipocresía. ¿Es lo que más coraje te da?

–Hombre, lo que más coraje me da es que una persona me diga que te quiero, y a la media vuelta te da la puñalada. Me ha pasado en Jerez con el Ayuntamiento.

Te quejas de las comparaciones en el cante, pero has dicho que Manuel Santos Agujetas ha sido el mejor de los nacidos

–Hombre, es que era un bicharraco. Me quería mucho. He tenido la vivencia de que me cogió una época con Mairena, Terremoto, Chocolate... Estaba toda la creme de la creme. Porque antes se cantaba mejor que ahora, eso por supuesto.

¿Y eso es porque ahora se vive de otra manera? ¿Porque no se vive tanto en la calle?

–No, es que ya no hay aficionados. El aficionado al flamenco se está perdiendo totalmente. Y yo lo que estoy haciendo es luchando para que el flamenco esté siempre ahí y haya donde alguien pueda ir a escuchar flamenco. Ahora voy a Granada, a Barcelona, tengo 20 o 30 galas. Trabajo mucho. Me llaman campeones del mundo del boxeo y me dicen, maestro, que eres el más grande y me encantaría conocerte. Mucha gente de todos los países, porque les gusta mi música. Pero veo Jerez y digo, dios mío, ahora que hay tantos móviles y la gente se puede quejar, a ver si el pueblo de una vez hace algo con los móviles y le pida al ayuntamiento que Capullo de Jerez cante en su ciudad, que canta bien. Vamos yo creo que canto bien. Eso dice la gente. Y que reclame la gente.

Pero la gente te lo dirá por la calle.

–Claro. Me dicen, ¿tú no vas a cantar? Pero después no dicen nada. Yo les digo, no hijo, no me han llamado. Por eso le digo a la gente que se menee, porque a Jerez se la conoce por el vino y por el flamenco. Por eso les digo a los de Cultura que se dejen de enfados y que apoyen un poco más a la gente del flamenco. La fiesta de la bulería hay que hacerla en un sitio grande, como la plaza de toros, y que la gente vaya a verla de balde, porque eso lo paga la Cultura. Lo que no se puede hacer es organizar la fiesta y cobrar 20 euros. En Madrid, que acabo de estar, 5 euros la entrada. Y que conste que mi tierra es lo mejor del mundo y lo que más quiero. Yo no me voy a vivir a ningún sitio, a ninguna parte. Nací en Jerez y aquí me quedo.

¿Te sientes referente del flamenco a día de hoy?

–Hoy por hoy ya se han ido casi todos, y que yo sepa quedan muy pocos. Ahora está saliendo una nueva generación, de nuevos chiquillos, y hay que apoyarlos también. En el flamenco todos tienen derecho a trabajar. No porque tú te creas el mejor tienes que trabajar tú solo.

Has hablado de Terremoto, Mairena... ¿pero qué pasa con las mujeres del cante?

–Las mujeres cantan muy bien. Ahí está mi prima, Remedios Amaya, que canta muy bien y es la gitana que más me gusta cantando. También hay chiquillas que cantan muy bien, como la Pastori, lo que pasa es que hace canciones que no tienen nada que ver con el flamenco. Hay gente que dice que es flamenco pop. Eso es mentira, el flamenco pop no existe ni nada. Flamenco es flamenco, y ya está, y el pop es pop y el blues es blues. Cada uno tiene su nombre. Pero como será la cosa que Rosalía no vino a España a actuar y vino conmigo a mi festival, y eso ya es una garantía.

¿Y qué flamenco es el que hace el Capullo de Jerez?

–Hombre, yo siempre intento hacer flamenco puro. Canto por fandangos, por soleás, por bulerías, aunque después haga  otros temas por tangos con letras mías, pero lo hago flamenco, aunque no le meto tantos instrumentos, ni tantos ordenadores. Lo hago expresivo, junto a mis guitarras, mis palmeros y fuera. Es que eso es lo que me encanta, como si fuera directo. Es como lo que decía Rocío Jurado, que no hacía nunca una grabación en televisión. Lo que le gustaba tenía que ser en la primera cadena y en directo. Por eso mucha gente no se atreve a actuar cuando presenta un disco, porque cuando están grabando se los hace todo el ordenador, pero una vez que termina eso, cuando subes al escenario, el ordenador ya no está. Yo tengo esa facultad de que cuando voy a grabar digo, este es el tema, y pasamos a otro. Hasta que termine el disco.

Es que tú haces el flamenco improvisado, de cabeza.

–Es que hay que improvisar.

Me gustaría saber de dónde viene ese mote de Capullo.

–Ese apodo me lo puso mi madre. Porque nací muy chiquitito, era sietemesino, y decía que parecía un capullito de seda, y ya la gente me decía capullo. Me mosqueaba y me lo decían más, así que ya no me enfado con nadie. Los conocidos me llaman por mi nombre.

¿Te sientes profeta en tu tierra?

–No me siento profeta de nada, ni en Jerez ni en ningún otro sitio. Soy una persona más. Ni soy más que uno ni menos que otro. Yo lo que hago es luchar. Hasta le he hecho una letra al Sálvame de la tele: Vaya tele, vaya televisión, vaya criticones, esos que se llevan los millones. Sálvame, sálvame. El Quito, el Matamoros, la Mila y la Belén.

Qué arte.

–Es que es la vida. Y no sé ni leer ni escribir. Es más talento todavía.

Entonces cuando grabas...

–Todo de memoria. Estoy en un sitio y a lo mejor aprendo algo de cuando estoy en una fiesta y con los amigos, y ahí es cuando empiezo a cavilar y a sacar las cosas. Me vienen las cosas. Le saqué una letra a Paco de Lucía, a Camarón, a infinidad de artistas.

Hace poco nos dejó el Bo y un artista me llamó otro día y me dijo, que se ha muerto también El Capullo de Jerez.

–Sí eso dijeron. Yo me alegré. Me lo dijo una gitanita que me vio, y me dijo después, pues tú no te preocupes que eso es que te están alargando la vida. Y es verdad. Porque todavía está aquí.

¿Y quién se inventa esos bulos?

–La gente lo inventa todo. Hoy estás bien y mañana te están matando. Si es para ganarme la vida que me maten todos los días.

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