Jerez

Diego Fernández Herrera, el ‘James Bond’ del Jerez medieval

Margarita Lozano debuta en el mundo de la novela con ‘El caballero de la frontera’, en la que relata la historia del hidalgo jerezano Diego Fernández Herrera

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  • Margarita Lozano posa con su novela -

El paseo por San Mateo para descubrir la historia y las leyendas que hay en torno a este singular barrio de Jerez, fue el desencadenante que llevó a Margarita Lozano a adentrarse en las hazañas de Diego Fernández Herrera, el Libertador. Su fijación por este personaje histórico le cambió tanto la vida que ha llegado a pasar ocho años indagando, analizando, y documentándose a la perfección sobre el Jerez del siglo XIV y sobre la figura del citado hidalgo, convertido ahora en el protagonista de su primera novela, El Caballero de la Frontera.

Margarita Lozano se describe como una mujer creativa y activa. Esta experta en gestión del patrimonio, no ha parado quieta en todos estos años, pero fue a raíz de un regalo que le hicieron en febrero de 2013 cuando comenzó a aflorar también su faceta como escritora. “Aunque soy de Jerez, quería realizar una visita guiada por el barrio de San Mateo porque no lo conocía, aunque sí que es cierto que había estado en el museo arqueológico y en los alrededores. Me pedí una visita guiada en la que me contaron historias y leyendas, entre ellas la de Diego. Pero la historia me zambulló a mí; de hecho, entre amigos siempre digo la broma de que me dedico a Diego Fernández Herrera. A partir de ese momento empecé a mirar por Internet, buscar en la biblioteca, sala de archivo, todo para conseguir más información acerca de este caballero jerezano, y al final se acabó convirtiendo en novela”, explica Lozano.

Para entender la complejidad que ha supuesto la elaboración de esta novela, hay que saber que el archivo histórico de Jerez comienza en el siglo XV, que es cuando los Reyes Católicos, por norma, ordenan documentarlo todo. Por tanto, el proceso de documentación que ha seguido la escritora Margarita Lozano también ha supuesto toda una odisea, hasta lograr sortear y describir de la forma más fidedigna posible el Jerez fronterizo del siglo XIV. “Éramos una frontera en primera línea de batalla. Eran tiempos difíciles y muy violentos. A la tensión que se vivía en el exterior, hay que sumarle la rivalidad en Jerez de los Villavicencio y los Dávila, que se denunciaban y mataban unos a otros. Fue una época muy convulsa. Es en este periodo donde encontramos al hidalgo y caballero, Diego  Fernández Herrera. Él era hijo de un repoblador de cuando llegó de la conquista cristiana, y a su padre lo secuestran, y él acaba en Marruecos en un intercambio. Cuando ya es mayor y está aquí de vuelta, durante un asedio de los benimerines, él decide acabar con el príncipe, haciéndose pasar por musulmán, y de hecho consigue acabar con el asedio, de ahí el nombre de “el Libertador”, aunque a Margarita Lozano le gusta describir al protagonista de esta historia como un “James Bond medieval y jerezano”.

Quien también le ha ayudado en el proceso de documentación ha sido el profesor de la Universidad de Salamanca, Miguel Ángel Manzano, especializado en la historia de los benimerines, ya que gracias a sus estudios pudo ir conociendo la otra parte de la historia. Y es que la idea primigenia de Lozano no era la de elaborar un novela, sino más bien algo más próximo a una biografía, que terminó por desechar debido a la poca información que había en torno a esta figura, puesto que lo que hallaba estaba muy mitificado. “En el momento que introduces un diálogo ya es ficción. Yo he elaborado la personalidad de Diego en torno a cómo creía que él había podido ser, me he intentado poner en su lugar muchas veces, pero claro que no sé cómo fue realmente, pero no puedes evitar dejar de ser subjetiva porque las personas no somos completamente objetivas. Lo que sí es más fiel en la novela son los objetos, las ropas, las piezas del museo arqueológico, las armaduras, la ambientación es totalmente histórica”, cuenta Lozano, que también ha logrado introducir en la novela refranes medievales, arabismos y términos de la época que detalla en un glosario final.

Lo que no se ha podido quitar Margarita de la cabeza en todo este tiempo es el por qué de adentrarse Diego Fernández en una misión tan suicida, ¿qué le llevó a ello?, ¿cómo sabía hablar árabe tan bien sin que se notase su acento?, preguntas que le encantaría realizarle si tuviera una máquina del tiempo. “Me encantaría asomarme por una ventanita y ver qué pasó en realidad. Quizás le daría un ibuprofeno, puesto que murió a causa de unas heridas que no eran muy profundas y que en la actualidad no le hubieran supuesto al muerte. Pero quizás si no hubiera muerto de esa manera, no sabríamos su historia, no tendríamos a ese héroe”.

Aunque ya tiene otro proyecto literario entre manos, a esta escritora jerezana le es imposible, o al menos de momento, olvidarse de la figura de Diego Fernández Herrera, tanto es así que incluso se ha mudado al barrio de San Mateo, exactamente detrás de lo que se cree que fuera la casa del hidalgo jerezano.

Más de trescientas páginas conforman El Caballero de la Frontera, una novela para viajar al pasado y conocer una de las hazañas más sorprendentes de la historia de esta tierra.

 

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