Ni el resultado de los cribados extraordinarios y voluntarios de test rápidos de antígenos realizados en Villamartín y Arcos, con solo siete y un positivo, respectivamente, ni los contactos mantenidos entre la Delegación de Salud y dos de los ayuntamientos más castigados por la segunda ola, El Gastor y Alcalá del Valle, han servido para rebajar la tensión en la comarca, que alcanza, como el número de contagios, cotas insoportables. El distrito Sierra de Cádiz ha concluido la semana como el que presenta un mayor índice de infectados en la provincia, con 728,1 casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de incidencia media del conjunto de Cádiz, que el viernes rebajó los 500, situándose en 480,7.

“Es imposible recuperar la calma, seguimos en el pico más alto”, admite el alcalde de Villamartín, Juan Luis Morales, quien reconoce igualmente que confiaba en que esta semana se produjera una reducción de contagios pero no ha sido así. El viernes, cuando se conocían los datos de las 278 pruebas a las que fueron sometidos los vecinos, el municipio registraba una tasa de 1.506,2  afectados por cada 100.000 habitantes. “Rogamos precaución de cara al fin de semana”, publicaba la cuenta oficial del Ayuntamiento en Facebook y en ello insistía el primer edil nuevamente este sábado en conversación telefónica.

“Destinamos cada día 50.000 litros de agua para la desinfección de calles y espacios públicos y vamos a continuar manteniendo todas las medidas de prevención, pero es preciso sentido común y responsabilidad personal para frenar los contagios”, explicaba, por su parte, Isidoro Gambín, regidor de Arcos, donde se han sometido a un test un total de 1.090 voluntarios, y pese a rebajar la incidencia de los 2.200 casos el 3 de noviembre a 667,8 a día de hoy.

El alcalde de Algar, José Carlos Sánchez, se dirigió a los vecinos en una grabación difundida en sus perfiles de redes sociales alarmado por ser el segundo municipio de la comarca con una mayor tasa de contagios. En su intervención, apeló a la prudencia y pidió a los vecinos ser leales, diciendo la verdad sobre contactos estrechos en caso de que haya un positivo y autoconfinándose si existen dudas razonables sobre si uno puede estar contagiado. Asimismo, aseguró que estaba en contacto permanente con la autoridad sanitaria para determinar las medidas que se pueden tomar.

Por el momento, la Delegación de Salud no tiene previsto nuevos cribados masivos y aclaró este pasado miércoles que “las tasas de incidencia no son el único criterio epidemiológico”, recordando que son altas en determinados municipios porque sus poblaciones son muy reducidas. “Hay que mirar también las ratios y ambas, tasas y ratios, ponerlas en su contexto”, afirmó la responsable del departamento, Isabel Paredes, tras mantener un encuentro telemático con los alcaldes de El Gastor y Alcalá del Valle, Isabel Moreno y Rafael Aguilar.

Las explicaciones, sin embargo, no han dejado satisfecha a Moreno, que ha lamentado lo que considera una arbitrariedad por parte de la Administración para llevar a cabo estudios detallados sobre la situación de cada localidad. En este sentido, Moreno explica que solicitó por escrito los criterios que sigue la Junta de Andalucía, pero la delegada territorial, asegura, se negó a facilitarlo.

Frente al consenso general en la comarca de que el turismo interior, especialmente los desplazamientos registrados durante el puente de la Hispanidad en la Sierra, marcó el inicio del incremento de contagios en la comarca, la regidora sostiene que El Gastor ha disparado el número de positivos porque muchos vecinos trabajan fuera.  En cualquier caso, “es necesario el cribado porque queremos saber qué pasa. Hay focos que no sabemos dónde tienen su origen”, apunta.

Aguilera, por su parte, sí considera que el Gobierno andaluz está llevando a cabo un control exhaustivo de la propagación del virus por medio de test. Con el índice más elevado de toda la comarca, 1.843, y 93 casos confirmados en los últimos catorce días, solo esta semana, se han hecho en torno a 360 análisis; en la anterior, otros 286.

Pero sí ha solicitado refuerzo de personal en el centro de salud. “Hay que reforzar las labores de rastreo”, advierte. El Ayuntamiento, dice, ha asumido el papel, pero la Junta debe disponer de más personal. También ha reclamado más recursos humanos para los laboratorios clínicos, “que no paran durante todo el día”, y ha expresado su preocupación por la evolución de los infectados porque, si bien los 90 afectados por coronavirus ahora mismo en el pueblo son asintomáticos o presentan una sintomatología leve, en caso de hospitalización, el Hospital de Ronda tiene su media docena de camas de UCI ocupadas. “Se están trasladando paciente a Málaga”, afirma.

Sin embargo, la delegada de Salud mantiene en un comunicado que “en la lucha contra la pandemia hay trabajadores que no se ven en los centros sanitarios pero son los que apoyan a los profesionales de atención primaria”, en relación a epidimiólogos y rastreadores, cuyos efectivos se han duplicado desde el inicio de la pandemia; a los refuerzos de los call center y de Salud Responde; a la app de rastreo que permite mantener un control de seguimiento de los casos positivos; y, finalmente, a la Red de Alerta de Salud Pública que monitoriza al instante la situación epidemiológica.

Además, esta misma semana se incorporará a la provincia un camión itinerante con capacidad para realizar entre 400 y 500 test diarios y que se desplazará a los municipios que los criterios epidemiológicos así lo indiquen, concluyó.