Alberto Garrido ejercía como delegado de Alcaldía de Las Pachecas en abril de 2019 cuando la alcaldesa, Mamen Sánchez, le cesó del cargo que ocupaba tras conocerse que la Fiscalía pedía cinco meses de prisión por un presunto delito de acoso sexual cometido sobre una trabajadora contratada por el propio Ayuntamiento.
Además, y en su calidad de secretaria general del PSOE-A de Jerez, Sánchez confirmaba su baja como militante del partido.
Ahora, el Juzgado de lo Penal número 2 ha absuelto a Alberto Garrido de los presuntos delitos de los que se le acusaba porque “no se ha acreditado” que llevara a cabo “conducta o actuación de acoso, hostigamiento, persecución, control o vigilancia de la denunciante” que le supusiera “una alteración de su vida cotidiana”.
Al mismo tiempo, el juez estima que “en ningún momento realizó cualquier tipo de sugerencia o proposición de carácter sexual” a la presunta víctima, “ni solicitó favor alguno de tal naturaleza”.
Ante este nuevo escenario, el ex delegado de Alcaldía de Las Pachecas entiende que no debió ser cesado de su cargo ni perder su condición de militante del PSOE-A, entre otras cosas porque más allá del daño moral provocado por la causa se le ha privado de la posibilidad de trabajar.
“Como delegado de Alcaldía percibía algo más de mil euros mensuales, pero es que además he buscado trabajo durante este tiempo y me encontrado con todas las puertas cerradas, así que ahora estoy cobrando una ayuda de 426 euros”, explica.
Alberto Garrido quiere por tanto que una vez ha decaído la causa que originó su cese sea repuesto en el cargo y se le ingresen los salarios correspondientes a los últimos quince meses.
“No deberían haberme cesado ni expulsado del partido sin una sentencia, cuando yo soy más socialista que todos ellos”, añade.
El ex delegado de Alcaldía de Las Pachecas recuerda por otra parte que accedió al cargo gracias a los votos de sus vecinos y muestra su disposición a concurrir a los comicios que deben convocarse ahora una vez que el Juzgado de lo Penal número 2 le ha absuelto de los presuntos delitos de los que le acusaron.
“Tres años que para mí se quedan”
La denuncia contra el ex delegado de Alcaldía de Las Pachecas fue interpuesta por una trabajadora contratada por el Ayuntamiento de Jerez en agosto de 2017.
Desde entonces hasta ahora, Alberto Garrido ha sufrido todo un calvario o como explica, “tres años” que para él “se quedan”.
“Desde un principio me acusaron de acosador, ni siquiera como presunto. Me pusieron ante la opinión pública peor que al que mata, cuando en mi vida me habían puesto una multa”, subraya.
El Ministerio Fiscal pidió para él cinco meses de prisión, inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo y prohibión de acercarse o comunicarse con la víctima.
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