Ahora que tenemos el espíritu reivindicativo más a flor de piel que nunca, a cuenta de la festividad del 28-F, sería conveniente no dejar a un lado lo que está sucediendo en una de las parcelas de nuestro desarrollo económico más cargada de expectativas como es la que se refiere al entramado logístico. Andalucía se juega mucho en este desafío hasta el punto de que puede verse relegada en favor de otros territorios que estarían obteniendo más provecho a sus influencias. Cuentan para ello con un notable respaldo social y a fuerza de insistir están consiguiendo logros significativos como sucede con el corredor ferroviario del Mediterráneo. Los avances sustanciales que se están produciendo se dan, fundamentalmente, desde Valencia hacia el norte mientras que está quedando relegado el tramo que lo ha de enlazar con el puerto de Algeciras, punto de partida de un eje transeuropeo que es calificado como prioritario por las autoridades comunitarias tanto como el eje central, también, imprescindible para la conexión con Madrid y la plataforma logística de Zaragoza.
De ese riesgo ya nos alertaron en su momento el presidente del Puerto algecireño, Gerardo Landaluce, y recientemente, también, Javier Sánchez, presidente de las Cámaras de Comercio andaluzas y de los empresarios de la provincia de Cádiz. Puede darse el caso de que la zona SUR quede relegada si se consolida otro eje alternativo que conecte más fácilmente el puerto de Valencia con la Zona logística de Madrid y de ahí hacia Lisboa y el puerto de Sines, en Portugal. Además, ha habido otro movimiento inquietante como es la destitución de Salvador de la Encina como presidente de los Puertos Españoles, un demostrado aliado de los intereses campogibraltareños y andaluces. Su puesto va a ser ocupado por el hasta ahora presidente del puerto de Castellón, Francisco Toledo, más proclive, desde luego, a mimar el proyecto por el que ha luchado hasta ahora como es el del Mediterráneo.
Queda claro que hay que mantener muy vivas las reivindicaciones que vayan en favor de la mejora del pueblo andaluz pero si van con el apoyo social suficiente y son manejadas con inteligencia hay más certezas de que se obtengan resultados. Otros así lo están haciendo.
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