Atando Cabos

La banca discrimina a las personas mayores

Pero qué egoísta es a su vez esta banca que no repara en las personas sino en sus intereses, como si no viviesen de todos nosotros

Publicado: 04/12/2019 ·
09:31
· Actualizado: 04/12/2019 · 09:31
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Autor

Remedios Jiménez

Licenciada en Historia, docente jubilada, integrante del Aula Atenea del Ateneo de Jerez y de varios clubes de lectura

Atando Cabos

Una mirada sobre lo que nos pasa día a día, bajo los titulares de la incesante actualidad

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La banca está por hacer desaparecer el dinero en metálico. Para ello ahorra en oficinas y en trabajadores, cierra, despide, jubila. También se olvida de un enorme colectivo que la alimentó durante años con sus nóminas y a los que exige una formación en nuevas tecnologías que no tienen. Las personas mayores son las más perjudicadas por estos cambios. En vez de darles un respiro dejando algunas ventanillas convencionales, les dan un exiguo horario y les exigen que saquen unas cantidades que no se ajustan a sus pensiones. ¿No sería ésta también una obra social?  No les va a costar mucho más que los controles que hacen para que nadie cobre la pensión de un jubilado fallecido. Cuántas personas son llevadas al banco en sillas de ruedas, haga el tiempo que haga, para que un trabajador compruebe que sigue vivo. Como dice mi suegro: “no me vio usted ayer, que vine a cobrar”. Siguen vivos y manteniéndolos a ustedes que les están haciendo sufrir una marginación sin precedentes. A ver quién tiene un rasgo, no de caridad, sino de justicia con este colectivo.

A la banca hay que rescatarla con miles de millones de nuestros bolsillos que no devolverán nunca. Pero qué egoísta es a su vez esta banca que no repara en las personas sino en sus intereses, como si no viviesen de todos nosotros. Como si las pensiones domiciliadas no les hicieran ganar millones todos los meses. Pues tratan a sus beneficiarios como si les estuvieran haciendo un favor.

Cuántas veces hay que decir que no se quiere una tarjeta de crédito. He oído sus argumentos: “cuando se paga con tarjeta se tiene menos control sobre el dinero, cuando uno recibe la paga y va haciendo sus gastos no vive por encima de sus posibilidades”. Tienen razón y si la tienen deben tener derecho a poder seguir recibiendo sus pensiones en metálico. Nosotros, la generación que paga sin ver el dinero, solemos sobrepasar a menudo nuestro presupuesto, a lo mejor deberíamos volver a lo de ellos. Muchos recurrimos a tarjetas que nos adelantan dinero que pagaremos el mes siguiente. Vivimos gastando lo que aún no hemos ganado. Este sistema nos mantiene continuamente endeudados. No, con seguridad, no es mejor que el antiguo, porque ni siquiera estamos preparados para afrontar cualquier contingencia. Viviendo así, una avería del coche es un problema dificilísimo de afrontar sino es endeudándonos aún más. El dinero que no se ve nos ahogará en deudas, devuelvan a los jubilados su derecho a cobrar en metálico.

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