Algunas veces nos quedamos absortos, ni embobados, ni colgados, absortos. Es una situación de estupor y concentración profunda a la vez. Qué le contesto yo a la impertinencia de mi suegra. Cómo le digo a mi jefe que no entiendo nada de lo que me ha dicho que haga sin quedar como un tonto. Cómo se resuelve el problema de matemáticas que me ha presentado mi hijo de tercero de Primaria. Son muchas las ocasiones en que sufrimos esta abstracción. A los políticos les pasa dos veces en unas elecciones, cuando miran las pantallas esperando las encuestas y cuando se recuentan los votos en las elecciones. Yo hubiera preferido que fuera cuando piensan en subir los sueldos de los pensionistas. Ese momento tan crucial en el que acuden sin calculadora y no saben cuánto es un cero con cinco, un uno, etc. En general los querría absortos en los problemas del país. Ahora andan como suricatos esperando lo que les dicen las encuestas que pasará si se repiten elecciones.
¿Quién hace estas encuestas? ¿Les pasará lo mismo que a los repartidores de publicidad de mi barrio? Empiezan su trabajo con rapidez y eficacia, pero llega el momento en que dejan un gran cargamento en un buzón de publicidad a pesar de haber buzoneado ya toda la calle. Yo creo que algo de esto hay, se empieza encuestando y se termina inventando. Para lo que dicen yo creo que es eso lo que ocurre. Recordemos las que prometían boyantes resultados a Podemos, la cara que se les quedó puedeque las reproduzcan los de Pedro Sánchez si se repiten las elecciones.
Parece mentira, pero ahí andan, creyendo en las encuestas como se creía en los oráculos. Si pagabas una buena cantidad, cómo se le iba a decir a un mercader que sus barcos no volverían a puerto porque serían atacados por los piratas. Estaba feo, y por eso nunca se hacía. Con las encuestas ocurre lo mismo pueden cantar como sibilas lo que quieres escuchar, pero tienes muchas oportunidades de terminar en el ortodontista porque en la caída pierdas todos los dientes.
Un último apunte, quedarse absortos no es una señal de inteligencia. Todo lo más es una pose, todo el tiempo ahí callado, ahí callada y lo que tenían eran gases.
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