En el caso de PSOE y PP se puede decir el “y tú más” como respuesta de Ledesma pero con Mayoral y el PIVG tiene un hueso duro de roer para mostrar que la lista de ese partido segregacionista está completa de personas colocadas en el Consistorio -como en su caso- ya sea de manera directa o indirecta. Hay una cuestión evidente, cuando Ledesma crea su partido hace poco más de diez años lo hizo a semejanza de ULB de Alonso Rojas -otro buen ejemplo de cómo ubicó a sus afines del partido entonces localista y que, por cierto, cortó la cinta inaugural de la sede de USR con su único líder al lado- pensando que iba a seguir un camino paralelo. Coincidiendo ahora que el barreño ha caído al igual que Juárez, el declive político de Ledesma es más que palpable. Se cierra así el círculo.
Sus propios concejales reniegan de él y Palma -que guarda un prudente silencio en la guerra PIVG-USR- lo tiene controlado y apartado. El que pactó primero con el PP luego con el PSOE, ahora de nuevo con el PP -a pesar de las refriegas que tuvieron en un pasado- y otros aliados, mañana pactará con el diablo si fuera necesario o se integrará al que “le dé más”. Los pactos por mucho que se empeñe él y otros, son entre partidos, no entre personas y por favor, que no utilice el manido argumento de que lo hace “por la gobernabilidad y el interés de San Roque”. El interés de Ledesma es el suyo propio, no tiene ideología, tan sólo ambición y arribismo. Mayoral, con su estilo ácido pero contundente lo ha vuelto a desenmascarar.
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