Ahora que se acercan las elecciones europeas emergen a la actualidad los viajes de los eurodiputados. La del día es en Caracas, el año pasado fue Israel y antes Marruecos o Cuba. Entre Caracas y El- Aaiún hay mucha distancia, entre las capitales del Sahara Occidental y de Venezuela 5897 kilómetros, pero se han producido hechos similares en no demasiado tiempo. La repercusión mediática suele ser sin embargo muy diferente. Parlamentarios del Partido Popular Europeo y del grupo Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica han sufrido las mismas consecuencias en sus viajes de inspección o de observadores internacionales. Ambos grupos del Parlamento Europeo han sido expulsados, sin dejarlos entrar para hablar, en un caso, con Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela por unos cincuenta países, pero sin mando en plaza, y, en el otro, para analizar la situación de los saharauis e investigar el cumplimiento de las convenciones sobre derechos humanos en los territorios saharauis, administrados por Marruecos pero, en la práctica, anexionados por el Reino de Marruecos.
El grupo que comandaba González Pons –con gran alarde mediático- ha demandado que se rompa el grupo de contacto –llamado de Lima- que busca una negociación para finiquitar de forma pacífica con el régimen venezolano, no reconociendo a la Asamblea Constituyente que creó Nicolás Maduro como réplica a la Asamblea legal, exigiendo la liberación de los presos políticos, elecciones libres y la entrada de ayuda humanitaria. También pidió que los embajadores de Maduro en los países de la Unión Europea sean expulsados.
Los eurodiputados de izquierda y verdes se quejan amargamente de que cuando no dejan entrar a un grupo de eurodiputados de la izquierda en Marruecos los eurodiputados del grupo popular callan. “Es curiosa su doble moral” dicen. Con los presos políticos marroquíes encarcelados sucede algo similar, así como con la salvaguardia de los derechos humanos. “Doble vara de medir” protesta también del gobierno el escritor y periodista Ignacio Cembrero. Una delegación de eurodiputados el año pasado denunciaba también a Israel: "Denegar al Parlamento Europeo la entrada a Gaza se ha vuelto sistemático. Es arbitrario e inaceptable”, denunció el jefe de la delegación que visitaba Israel y que a la que las autoridades impidieron entrar en Gaza para evaluar la asistencia humanitaria que provee la Unión Europea. Con Cuba igualmente han sucedido incidentes de esta naturaleza. Lo de Venezuela no es un caso aislado, es una epidemia.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es