El grupo británico Kinsfischer, titular de la cadena de tiendas Brico Depot, ha comunicado a los representantes de sus trabajadores su decisión de abandonar el negocio en España y Portugal, donde cuenta con 31 establecimientos. Esta medida afecta a la tienda de Jerez, una de las primeras que la cadena abrió en España y con una plantilla integrada por alrededor de medio centenar de empleados.
Los trabajadores del establecimiento de Jerez han recibido ya esa comunicación inicial, si bien esperan a que en próximas fechas se vayan conociendo más detalles acerca de su futuro.
De momento, desde Fetico, que es el sindicato mayoritario, admiten que el grupo no ha definido todavía ni los plazos ni la forma en la que procederá a su salida del mercado español. En principio se ha trasladado un mensaje de “tranquilidad” a la plantilla, toda vez que al menos de momento la actividad va a continuar con absoluta normalidad.
Fetico ha pedido a la dirección de la empresa que mantenga puntualmente informados a sus representantes, al tiempo que ha insistido en trasladar un mensaje “claro de apoyo” a la plantilla.
El grupo ha justificado su decisión de abandonar España, Portugal y Rusia en su intención de concentrarse en aquellos países en los que cuenta con una cuota de mercado significativa y siempre con el objetivo de “crear un negocio fuerte a largo plazo”. En su último ejercicio fiscal, Brico Depot España logró un beneficio operativo de 2,2 millones de euros, mientras que el negocio portugués registró pérdidas de explotación por idéntica cantidad. En el tercer trimestre de su año fiscal, las ventas de Kingfisher sumaron 3.426 millones de euros, un 0,2 por ciento más que el año anterior, aunque en términos comparables disminuyeron un 1,3 por ciento.
El negocio de la compañía en la Península Ibérica mejoró un 0,9 por ciento entre agosto y octubre, hasta alcanzar los 98 millones de euros.
La plantilla se encuentra a la espera de acontecimientos, confiando en que la propiedad de la cadena opte por la venta de la marca a nuevos inversores, lo que permitiría el mantenimiento de la actividad y del empleo. Sin embargo, a día de hoy lo único que se conoce es la intención de Kingfisher de dejar España.
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