El 69 por ciento de las familias que ha despedido a un ser querido en el tanatorio de Jerez entre los meses de enero y septiembre ha optado por la incineración en detrimento de la tradicional inhumación, que en estos últimos años ha venido experimentando un notable retroceso. El fenómeno de la incineración sigue creciendo, tal y como demuestra el hecho de que en el ejercicio pasado las cremaciones en el tanatorio de Jerez representaron el 63,38 por ciento de los servicios. En concreto, en 2017 se ocuparon 1.565 salas, siendo 992 los cadáveres finalmente incinerados.
Para hacerse a una idea de la dimensión que ha alcanzado el fenómeno en Jerez baste apuntar que la media española de cremaciones se sitúa actualmente en el 38,43 por ciento, estimándose que se alcanzará el 60 por ciento en el año 2025.
Incineración de restos
Pero el tanatorio de Jerez no procede únicamente a la incineración de cadáveres de personas recién fallecidas. En los últimos tiempos aumenta el número de familias que se interesa por la posibilidad de incinerar los restos de antepasados que en su día fueron inhumados en el cementerio. En lo que va de año se ha procedido a la cremación de 57 restos.
La explicación es relativamente sencilla. Muchas personas son conscientes de que quizá pertenezcan a la última generación unida sentimentalmente a esos fallecidos, por lo general padres y abuelos, y temen que con su pérdida puedan acabar en una fosa común. La alternativa que han encontrado es sacar los restos del camposanto, proceder a su incineración y depositarlos posteriormente en un columbario. A ello está contribuyendo también el hecho de que sean ya numerosos templos los que ofrezcan la posibilidad de acoger este tipo de restos, garantizando de algún modo la existencia de un lugar en el que recordar a los antepasados. La exhumación de restos del cementerio para proceder posteriormente a su cremación es una fórmula utilizada fundamentalmente por aquellas familias que no disponen de propiedad en el camposanto y una alternativa a la fosa común.
El negocio de la flor cortada se resiente
El auge de la incineración está afectando al sector que se dedica a la flor cortada, muy extendido en la costa noroeste y fundamentalmente en Chipiona. La organización agraria COAG ha dado la voz de alarma a este respecto, por cuanto la pérdida de la tradición de llevar flores a los cementerios afecta a la economía de numerosos profesionales del sector. A ello hay que sumar la venta de flores de plástico o material sintético, una opción estos días elegida por muchos de aquellos que conservan la tradición de visitar los camposantos. Con todo, esta sigue siendo para el sector una de las temporadas de mayor volumen de venta del año.
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