En la misma mañana en la que centenares de alumnos se concentraban a las puertas de sus centros para exigir medidas contra el calor en las aulas, estudiantes de tres grupos de 3º y 4º curso del IES La Campiña, en Guadalcacín, decidían plantarse y negarse a entrar en clase por las altas temperaturas que vienen sufriendo desde la semana pasada por la ola de calor. Para mostrar su repulsa, unos 150 alumnos aproximadamente, dejaban sus aulas vacías y se quedaban en el centro concentrados.
A algunos, dada su condición de menor, sus padres vinieron a recogerlos, mientras que otros, la gran mayoría, esperaron a que finalizara la jornada. Según detallan a Viva Jerez fuentes de la AMPA, hasta el pasado verano buena parte de las clases contaban con aire acondicionado, pero actos vandálicos en los que han estado implicados presuntamente antiguos alumnos del centro acabaron destrozando el sistema de climatización cuando entraron en la azotea y rompieron los conductos del sistema de climatización.
Como consecuencia, los esfuerzos de la comunidad educativa junto con ayudas del propio ayuntamiento de Guadalcacín para ir poniendo progresivamente climatización en las aulas se han ido al traste, pues ahora el coste de la reparación ronda los 6.000 euros. Hasta ahora, no se ha decidido quién va a asumir este gasto, pero lo cierto es que, como indica la presidenta de la AMPA, Lola Garrucha, en el caso de este centro la repercusión de las temperaturas extremas es casi el doble. “El colegio es de chapa”. “Estamos hablando de un instituto portátil que ya tiene más de 30 años y no se pensó que fuera a durar tanto. Es de chapa, con lo que en invierno hace frío y en verano hace mucho calor. Se supone que por ley con más de 27 grados no se puede trabajar y para ellos esto es su trabajo, y llevan aguantando así 15 días dándoles el sol directo en la chapa”, apunta, haciendo también un llamamiento a los estudiantes para que “cuiden lo público”.
Desde el equipo directivo del centro, la jefa de estudios, María Jesús Díaz, aseguraba este jueves que, independientemente de que reconozcan que los alumnos vienen sufriendo “horas sofocantes” de calor, especialmente después del recreo, también se habían contagiado vía redes sociales de las protestas convocadas en Sevilla en distintos centros por este mismo asunto. “Son menores, están bajo nuestra responsabilidad; no podemos cogerlos y lanzarlos a las aulas cuando están protestando por su salud en estos días de calor, pidiendo esa justicia, pero no lo están haciendo de la manera más adecuada”, dijo, tras confirmar que algunos padres optaron por venir a recoger a sus hijos a lo largo de la mañana.
Lógicamente, como admitió, los padres “están en contra de que sus hijos reciban las clases en estas condiciones, pero estamos de manos atadas, es una situación díficil económicamente; lo que queremos es que pase la ola de calor”, señaló tras considerar que tal y como está, la situación es “insostenible”. De momento, el Ayuntamiento de Guadalcacín ha convocado a la Asociación de Padres y Madres (AMPA) y a la dirección del centro a una reunión para el próximo martes para analizar lo ocurrido, mientras que ya algunos padres habían mostrado ayer su intención de concentrarse hoy a primera hora a las puertas del instituto..
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