Divide y vencerás. La unión hace la fuerza. Son dichos que son realidad. Si quieres la derrota de tu enemigo intenta dividir porque su victoria estará más cerca. Si quieres el triunfo propio une tus fuerzas para que, entre todos, se pueda conseguir el objetivo. Viene este argumento a propósito de la situación en la que se ve envuelto el Xerez Club Deportivo después de un inicio de competición que no ha dejado satisfecho a nadie. Seis puntos de quince posibles son pocos para las aspiraciones con las que se parten esta campaña. Una derrota, tres empates y un solo triunfo es una pobre estadística que, obviamente, no es para rasgarse las vestiduras pero sí para reflexionar sobre lo que se puede estar haciendo mal y enderezar el rumbo porque, de por medio, hay treinta y siete jornadas, que son muchas jornadas pero es bueno no ir desgajándose del pelotón de cabeza. A lo mejor no es bueno estar arriba desde el principio, pero sí tener a los escapados bajo control porque, con tantas etapas de por medio, puede llegar una pájara y mejor que la misma llegue cuando los de adelante estén cerca, que no alejados de esas posiciones de privilegio porque después la remontada será mucho más complicada. Dicho esto hay que intentar que las aguas vuelvan a su cauce y que la normalidad se imponga y que la unidad sea la madre de la fortaleza que tiene que tener un equipo que sabe sortear mil y una dificultades y que no debe perderse en estériles polémicas por las vías sociales, en la que, por cierto, los interesados más directamente son los que menos debiesen entrar, aunque hoy libertad de movimientos, de hechos y de palabras y cada cual es libre de hacer lo que en buena gana le apetezca. Pero cuidado, cuidado con perder tiempo en historias absurdas que lo importante es unir y ganar.
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