Los pantanos de la cuenca del Guadalete han recibido el verano al 73,5 por ciento de su capacidad, cuando hace justamente un año se encontraban al 51,8 por ciento. En concreto, los pantanos embalsan ahora 1.009 hectómetros cúbicos de agua, 298 más que en la última semana de junio de 2017, lo que se traduce en un incremento de la reserva del 41,9 por ciento. Esos 1.009 hectómetros cúbicos mejoran también la media de agua embalsada a estas alturas del año del último decenio, que se sitúa en 977.
El pantano de Guadalcacín es sin duda la gran referencia de toda la provincia de Cádiz gracias a su envergadura. Actualmente se encuentra al 67,7 por ciento de su capacidad, embalsando 542 hectómetros cúbicos de agua. Hace justo un año apenas rebasaba el 50 por ciento de su capacidad al acumular 405 hectómetros cúbicos. Por tanto, las reservas se han incrementado en un 33,8 por ciento en los últimos doce meses.
El volumen de agua embalsada en Guadalcacín es también superior a la media de los últimos diez años a estas alturas del calendario.
Por detrás del pantano de Guadalcacín se encuentra el de Zahara, que con sus 181 hectómetros cúbicos de agua embalsada se encuentra al 81,1 por ciento de su capacidad, cuando el año pasado apenas rebasaba el 64 por ciento.
La presa de Bornos ha experimentado un crecimiento muy significativo en los últimos doce meses, pasando de 68 a 161 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Esta evolución le permite encontrarse al 80,5 por ciento de su capacidad total, que es de 200 hectómetros cúbicos de agua.
Hurones está al 82,9 por ciento de su capacidad, embalsando 112 hectómetros, 31 más que hace justo un año. Por último, el pantano de Arcos -que es el más pequeño de la cuenca- se encuentra en niveles máximos con 13 hectómetros cúbicos de agua embalsada. Estos datos son consecuencia de unos meses que se han caracterizado por la acumulación de lluvias.
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