La discriminación viene de lejos

Publicado: 07/03/2018
¿Pagan las mujeres un canon actualmente por trabajar? Pues sí, en los empleos menos cualificados cobrando menos
La madre de nuestra cultura, la griega, ya sienta las bases de la discriminación que perdurará miles de años. Atenas sólo permitía ser ciudadanos a sus hijos legítimos. Por eso le daban a la existencia de las mujeres una única finalidad, asegurar que todos sus hijos fueran de su marido. Para eso, las encerraban en casa. La oikos griega colocaba las dependencias del varón junto a la puerta, donde se reunía con sus amigos y el gineceo en el rincón más recóndito, porque las féminas no formaban parte de la vida social de la casa. Siendo herederos directos de la tradición grecorromana, esta práctica perdura en gran parte de Europa. También la de recurrir a prostitutas, pornai, pobres desgraciadas de negro futuro.

Aparte de los mencionados, existía un tercer grupo femenino: las hetairas. Mujeres libres, cultas y muchas prostitutas de lujo. Estas damas de compañía participaban como iguales en las reuniones y cenas con los hombres. A cambio del disfrute de esta libertad e independencia del varón, las leyes las hacían pagar impuestos, pero a sus hijos no los consideraban ciudadanos atenienses. No todas eran concubinas, debido a su elevada formación, algunas conseguían puestos importantes en la polis.

Una de las más famosas fue Aspasia de Mileto, profesora de oratoria, escribía discursos que declamaban grandes figuras de la época. Pudo codearse con grandes filósofos como Sócrates y muchos buscaban asistir a los ágapes a los que acudía con el fin de poder escucharla. Compañera de Pericles, sus detractores escogieron siempre el discurso más fácil, el de llamarla puta. No es extraño, ha tenido tanto éxito esta descalificación que se mantiene hasta la actualidad.

De Grecia a hoy,  las esposas han salido de las casas.Desgraciadamente las prostitutas siguen existiendo. Y lo peor es que la barbarie supera a la de los griegos de hace miles de años: hay hombres en manada que drogan y violan a mujeres sin que estemos en guerra.

Ser libres tenía un coste para las hetairas.¿Pagan las mujeres un canon actualmente por trabajar? Pues sí, en los empleos menos cualificados cobrando menos. Las más formadas dejando que sus jefes se lleven los méritos y el prestigio de su trabajo, no dejándolas pasar de los cargos intermedios. Y es que tres mil años no son nada. Ojalá la huelga del jueves sea un paso para el cambio, ya es hora.

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