A falta de un mes aproximadamente para que comience la vendimia en el Marco de Jerez las perspectivas entre los viticultores son “buenas” y mucho más halagüeñas que el pasado año, en el que el persistente viento de levante acabó pasando factura a la cosecha. Las previsiones del sector apuntan a una campaña “normal” que esperan que no se fastidie a última hora, como ocurrió doce meses atrás por las condiciones climatológicas. En esta tónica, las estimaciones iniciales, que aún no son demasiado claras, apuntan a una producción de entre 70 y 80 millones de kilos de uva, frente a los 62 que se recolectaron en 2016.
Así lo asegura el presidente de Asevi-Asaja, Francisco Guerrero, que descarta que las superficies de viñedo hayan aumentado, por lo que, con 6.500, se mantienen las mismas hectáreas de viñedo que en la pasada campaña. A diferencia de lo que ocurrió el pasado verano, como explica Guerrero, las altas temperaturas de junio, y especialmente el que por las tardes esté refrescando, está favoreciendo la maduración de la uva.
También se está detectando este año, a diferencia de los anteriores, que el sector “se está animando”. “Hay bodegas que van comprando más uvas, y el precio de la uva ha subido un poco respecto al pasado año, lo cual nos alegra bastante y nos da otra perspectiva”, explica Guerrero. En cuanto al estado de la fruta, destaca la ausencia de hongos y de plagas, lo que redundará en la buena calidad. A estas alturas, “todo va a depender de agosto”, a la hora de mantener las previsiones para la campaña, que arrancará entre los días 20 y 25.
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