Cara y cruz en el fútbol sala local. Mientras que el Guadalcacín Fútbol Sala femenino tras su ascenso a Primera División ha satisfecho ya su inscripción, el Xerez DFC ha lanzado un SOS para que su sección se pueda inscribir la próxima campaña en Segunda División B. Un SOS que ha llegado de improviso porque, a priori, parecía que la sección no tenía problemas para poder continuar, aunque el responsable de la misma,. Fernando Guerrero, ha puntualizado las razones en una entrevista divulgada por la web oficial del club.
El Guadalcacín Fútbol Sala femenino es el único equipo andaluz que pertenece a una pedanía de unos cinco mil habitantes y que cuenta con un equipo en Primera División Nacional de Fútbol Sala y también ha batido otro récord ya que, en menos de cuatro temporadas, desde que resurgió de nuevo en la temporada 2013/14, todo para este equipo ha sido ascenso o, como la temporada pasada en Segunda, estar entre los cinco primeros de la competición. Esta temporada 2016/2017,consiguió el campeonato del grupo tercero de Segunda y, en la promoción, ha alcanzado el ascenso a Primera.
Mientras la cara está en Guadalcacín y en su fútbol sala femenino, la cruz se encuentra en el Xerez DFC y en su sección de futbol sala, ya que su responsable Fernando Guerrero ya declarado en la web del club que hemos llegado al final de esta temporada muy justitos. Aquí el apoyo institucional es fundamental y tengo que reconocer que siento verdadera envidia de prácticamente la totalidad de equipos de la categoría. No hay ningún club que no tenga ayuda, o bien de su ayuntamiento o su Diputación. Es una realidad que nosotros echamos en falta porque en ese sentido el apoyo ha sido cero”. Esto provoca que Guerrero afirme que esté “ en peligro la competición del equipo en Segunda División 'B'. Hay que tener los pies en el suelo. Si no se encuentran esos apoyos institucionales y empresariales creo que a día de hoy será muy difícil salir a competir en Segunda 'B' e incluso replantearse la continuidad del proyecto". Y es que tampoco puede asegurar que la sección pudiera competir en Tecera División, pues hay que tener en cuenta que “sería un palo para los aficionados y también para la estructura del club. La pena es que ya hay una base, un proyecto, un grupo de trabajo y la idea está, pero aquí también influye el aspecto económico. A día de hoy lo veo bastante complicado. Quiero ser optimista pero los acontecimientos no me invitan mucho a ello”.
Es la realidad de una parte y otra. Es la cara y cruz del fútbol sala. Las féminas en Primera y los masculinos sin saber si competirán.
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