El Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI) se puso en marcha hace seis años en la zona sur con el objetivo de favorecer la cohesión social y la convivencia y mejorar la calidad de vida de los vecinos de un distrito especialmente desfavorecido. Se trata de un proyecto pionero impulsado por la Obra Social la Caixa en colaboración con el Ayuntamiento, el Centro de Acogida de Inmigrantes (Ceain) y organizaciones como Cáritas Diocesana, Fundación Secretariado Gitano y un buen número de colectivos de la zona sur.
El primer balance de estos primeros seis años de andadura no puede ser más positivo. A falta de que sean incluidos los datos de estos meses de verano, se han desarrollado 420 actividades, en las que han participado 44.588 personas.
En concreto, al amparo de este proyecto se han ofrecido 83 actividades socioeducativas, 53 relacionadas con la salud comunitaria y otras 157 de ámbito global. En las primeras tomaron parte 2.299 vecinos. Las actividades del ámbito de la salud comunitaria fueron seguidas por 2.118 personas y en las actividades globales participaron otros 7.108 vecinos del distrito.
A todos estos números deben sumarse los que dejaron tras de sí actividades extraordinarias, como la celebración del Día de la Zona Sur 2012, las Escuelas Abiertas de Verano 2011-2015 o la Acción Global Ciudadana La Zona Sur por la Salud 2015-2016, con una participación total de 28.646 personas.
“Un gran éxito”
La memoria de esta primera etapa constata que el proyecto ha demostrado “un gran éxito” entre la población del distrito, lo que se traduce en el hecho de que “cada vez son más los vecinos que quieren formar parte directa de la mejora de sus barrios”, habiéndose comprometido conjuntamente con las instituciones públicas y privadas “para conseguir una mayor convivencia y fomentar las relaciones interculturales” en un territorio marcado por su “gran diversidad cultural”.
A nivel general, estos primeros años del Proyecto ICI “han permitido la generación de un amplio proceso de participación local de las administraciones, los profesionales y la ciudadanía; el trabajo desde el ámbito socioeducativo con infancia, jóvenes y familias a favor de la convivencia intercultural; el impulso de una acción comunitaria en el ámbito de la salud desde la perspectiva intercultural; y la mejora de las relaciones ciudadanas y del sentimiento de pertenencia al barrio”.
En definitiva, el proyecto “ha conseguido instaurar una dinámica de relaciones, basada en la escucha, la confianza y la cooperación en objetivos comunes”, un logro “altamente valorado” por las organizaciones que lo desarrollan “teniendo en cuenta el punto de partida” existente, ya que en el territorio se habían puesto en marcha diferentes iniciativas que “por diferentes circunstancias, no habían cuajado”.
De este modo se ha logrado evolucionar “desde un listado de problemas e iniciativas” a un escenario en el que ya se abordan “proyectos con visión global y estratégica”. En este aspecto, se destaca como “un logro que quizá pasa aún desapercibido” la puesta en valor del papel de la ciudadanía “como un agente activo para la mejora de sus barrios, más allá de su legítimo rol de reivindicación”.
Eso significa que los vecinos de la zona sur han dado ya un paso al frente en la búsqueda de soluciones para el distrito, “participando en el diseño de las actividades y en el desarrollo de las mismas”.
Un espacio propio
El periodo comprendido entre 2010 y 2016 ha asistido a distintos vaivenes políticos. Precisamente una de las cuestiones que más se destacan es la creación de un espacio de relación institucional que no se ha visto afectado por esos cambios. Así, “haber superado dos elecciones municipales y crear un espacio de relación en un contexto de crisis donde gobernaban partidos diferentes en la administración municipal y autonómica” puede considerarse “un logro importante” que lleva a pensar en la existencia de “una buena base para seguir trabajando desde la legitimidad que da haber ganado una posición al margen de la pugna partidista, como proyecto de ciudad que a todos interesa seguir apoyando y haciéndolo crecer”.
El Proyecto ICI se lleva a cabo en 39 territorios del país y trata de promover el desarrollo comunitario en lugares con alta diversidad cultural gracias al trabajo conjunto de la administración, ciudadanos, profesionales y asociaciones de todo tipo.
ICI aterriza de la teoría a la práctica
El proyecto ICI está aterrizando en el distrito sur gracias a iniciativas concretas, como la Escuela Abierta de Verano. Tras la integración de los campamentos urbanos, la mayor implicación de los centros educativos y la incorporación del servicio de comedor por parte del Ayuntamiento, el reto es mejorar las experiencias anteriores y ampliar la oferta, teniendo en cuenta que actualmente no se cubre ni el 50 por ciento de la demanda y que puede ser replicada en otras zonas de la ciudad. De igual modo se trabaja para prevenir el absentismo escolar y la integración socioeducativa; y se favorece la participación ciudadana y la convivencia. También destacan las Escuelas Deportivas Zona Sur, un proyecto en el que participan más de 200 niños y en cuyo desarrollo se han involucrado las Ampas, los clubes deportivos y los centros educativos.
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