No habrá suficientes mezquitas para rezar por miedo. Porque ser musulmán va a llevar unido a partir de ahora un estigma, una mancha: la de la sospecha. Si profesas la religión islámica puede que seas yihadista, violento, radical, terrorista. Todos te miraran con recelo, y eso a pesar de que los terroristas no llevan uniforme, ni se dedican a una profesión concreta, ni proceden de un solo país. Ni siquiera hay edad para ser terrorista. Ahmed Mohamed, un chaval musulmán de catorce años, de un pueblo de Texas, en EEUU, no sabía que ser musulmán e inventor en estos momentos son actividades poco compatibles. En septiembre de este año, llevó un reloj fabricado por él mismo para enseñarlo a su profesora de tecnología. Ésta le indicó que lo guardara y al sonar en la clase de inglés se levantó la alarma. Fue conducido al despacho del director e interrogado por fuerzas del orden sin presencia de sus padres durante horas. Posteriormente se le hizo ficha policial y se tomaron sus huellas.Obama puso en su twitter unos días después: "Un reloj muy chulo, Ahmed. ¿Quieres traerlo a la Casa Blanca? Deberíamos inspirar a más chicos como tú a que les guste la ciencia. Es lo que hace grande a América". Un detalle de agradecer en contrapartida con el que tuvo el colegio que, aún demostrada su inocencia, lo expulsó tres días.
Lo ocurrido en Francia es un horror sin nombre, lo hemos visto en todos los medios, nos ha ocurrido aquí en Europa, en casa. Hemos contenido el aliento, Bélgica aún no respira. Pero no podemos olvidar que, en número, son otros musulmanes las víctimas principales del denominado estado islámico y el ISIS. Sólo en Nigeria, la secta BokoHaram, yihadista, ha causado cerca de siete mil muertos en 2014. Miles de musulmanes intentan transmitir por las redes sociales: “MuslimsArentTerrorist” (los musulmanes no son terroristas), “TerrorismHasNoReligion” (el terrorismo no tiene religión). Será difícil para ellos, el desconocimiento y los grandes titulares han convertido musulmán y yihadista en un binomio difícil de romper si no hay voluntad política para cambiarlo. La historia se repite, se repite siempre. Los judíos medievales acusados en grupo de asesinos de Cristo, eran siempre los principales sospechosos ante cualquier crimen sin resolver, un asesinato, un caso de pederastia. Las juderías eran atacadas periódicamente e incluso arrasadas y los ánimos se calmaban después de la barbarie injustificada. Putin habla de venganza después del atentado al avión ruso. Aquí, en España, sabemos de eso, cuando Aznar nos metió en la guerra de Iraq, sin consultarnos, nadie sabía a qué iba nuestro ejército allí.También vinieron a vengarse. Estudiantes y obreros, usuarios de los trenes de cercanías, no volvieron nunca a casa.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
