Al IES Fernando Quiñones le ha tocado la lotería antes de tiempo. La Junta de Andalucía ha reservado en sus presupuestos para 2016 una partida de 788.000 euros para ejecutar las obras de ampliación del instituto con la construcción de un nuevo edificio con el que dirán adiós por fin a las aulas prefabricadas y a sus problemas de espacio.
Después de haber iniciado el curso con movilizaciones, por haber tenido que acudir durante varias semanas a clases de Bachillerato por turnos y de forma parcial, en la Asociación de Padresy Madres (AMPA) acogen la noticia con sorpresa y, sobre todo, con mucha cautela. La experiencia es un grado y han llegado a tener fecha para las obras con un proyecto que al final se fustró por los problemas económicos. De hecho, aseguran que la cantidad presupuestada en su día fue de unos 900.000 euros, por lo que no quieren ni pensar que el recorte en poco más de 100.000 euros suponga que vayan a construir seis aularios en vez de los doce comprometidos inicialmente.
Los propios alumnos lo denunciaron en su día: algunos grupos ni siquiera habían podido realizar sus prácticas por no tener un espacio acondicionado para ello, sin contar con los perjuicios que supone no contar ni con biblioteca, ni con aula de música u otras estancias que han tenido que ser sacrificadas para adaptarse como espacio para dar las clases.
A partir de ahora, lo que quieren es cerciorarse de cuál es el proyecto que tiene la Consejería de Educación para este centro y de si efectivamente serán doce las nuevas aulas de las que se dotarán y no seis como se temen, ya que entienden que esto seguirá dejando la problemática del déficit de espacio a medias.
El siguiente paso será conocer la programación de la Delegación territorial de Educación para los trabajos. Pocas comunidades educativas como ellos tienen tantas ganas de convivir con los obreros un buen tiempo.
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