Los padres del colegio público San José Obrero volvieron al cole pintando las aulas de sus hijos, una medida que no sólo ha enfadado a la delegada municipal de Educación, Lidia Menacho, sino que  también ha encontrado detractores en una parte de las propias familias del centro. ¿Reivindicación o simple necesidad?Lo que está claro es que no es la única medida, ya que desde la AMPA su vicepresidente Pablo Esteban ha impulsado una campaña de recogida de firmas que en solo tres días supera ya las 150 para pedir mejoras en el centro, con evidentes problemas en los accesos que se complican cada vez que llueve, sin contar con el barrizal del interior del patio por el albero, las aulas prefabricadas y las deficiencias en infraestructuras.
De paso, también reclama la implicación de la dirección para hacer fuerza e instar a las administraciones a que hagan sus deberes, ya que en este caso están involucradas tanto Ayuntamiento como la Junta. Uno de los más evidentes es el de la entrada, por el embudo que se forma en la puerta principal, casi a pie de carretera, donde los coches y camiones no entienden de prudencia  pese a su proximidad con el centro escolar. Llevan años pidiendo al Consistorio que mande a una pareja de agentes del 092 que regule el tráfico en el paso de peatones, badenes u otras medidas que les deje más tranquilos teniendo en cuenta que en los últimos cinco años ha habido tres atropellos de niños “y pocas cosas pasan para como estamos”, agrega el vicepresidente del AMPA. “Al final el curso pasado un camión por poco no se lleva por delante a una niña; van rapidísimo”, se queja este padre. 
Como relata, cuando llegan las lluvias, como ha ocurrido esta última semana, estos problemas se multiplican y llega el caos. Un caos que al menos se puede minimizar si se empieza actuar.  “Hay algunos temas como el de los accesos que tienen solución y no es cuestión de dinero”, apunta, refiriéndose a la presencia de agentes. Otra cosa es el arreglo de esta entrada, donde parece que el Ayuntamiento va a tomar medidas. Llevan meses también esperando las obras de alcantarillado que eviten que el agua del campo de fútbol de césped artificial llegue hasta el colegio por el desnivel, a ello hay que sumar las dificultades para aparcar.

La junta hará obras en 2015
Como agua de mayo además llevan los padres aguardando la ampliación del centro, que prevé la construcción de un nuevo edificio, ya que desde que se rehabilitara la parte más nueva de las instalaciones, del año 1984, no se ha hecho nada. Con problemas de humedades y filtraciones en algunas estancias, desde la AMPA asegura que incluso en algunos casas prefabricadas están mejor que el resto de aulas.
Además, debido a la falta de espacio, como ya le ocurrió al CEIP Antonio Machado, que acaba de estrenar casi colegio, han tenido que sacrificar espacios como la biblioteca -ahora es el comedor- y la sala de usos múltiples, dado que el centro es de tres líneas aunque en los últimos cursos por el descenso de la natalidad se hayan empezado a ofertar dos. De nuevo, si llueve todo se complica. “El patio es de albero así que si llueve no hay patio y tampoco se puede hacer gimnasia”, añade este padre.
Respecto al estado del proyecto de ampliación, fuentes de la Delegación territorial de Educación de la Junta en Cádiz han confirmado que esta actuación está incluida un nuevo programa de inversiones en infraestructuras educativas aprobado por la Junta. En concreto, dicho programa contempla un presupuesto total de 3.524.841,14 euros para esta obra  y de 1.842.530,60 euros para el presente ejercicio. Una actuación que está pendiente de la redacción del proyecto de licitación, por tanto, sujeto al programa de necesidades de la Junta.
El Ayuntamiento, tras una reunión de la delegada de Educación, Lidia Menacho, con la comunidad educativa el pasado viernes también va a tomar medidas y se ha comprometido a arreglar los accesos antes de final de año, no sin antes pedir disculpas por las molestias causadas. 
El problema del albero de las pistas deportivas, aseguró Menacho, es competencia de la Junta. De momento, el viernes ya se abrió una segunda puerta situada más a la derecha de la principal para reducir la concentración de padres y el el embudo que se genera a diario en la zona.