Hace siete años compraron sus propias plazas de garajes subterráneos a Emuvijesa, ubicadas justamente debajo de las instalaciones del antiguo cine Astoria, para acabar con el déficit de aparcamientos de la zona del centro histórico. Entonces no se imaginaban que a los pocos años vendrían los problemas. Ahora, cansados de que el Ayuntamiento, y más concretamente la Delegación de Urbanismo, haga caso omiso a sus escritos, en su última reunión de la comunidad de propietarios Cine Astoria han aprobado llevar el asunto a los juzgados, a menos que el Consistorio les dé una solución a corto plazo.
En total son unas 30 plazas de aparcamiento, de las que una tercera parte, la que está situada justo debajo del escenario de las dependencias construidas en su día para los residentes de la zona, se mojan cada vez que hay lluvia por las filtraciones del agua. Sin embargo, como denuncia el presidente de la comunidad de propietarios, José Luis Roja, ni los charcos que se generan en la zona, los deterioros que sufren los coches al caerles agua con cal encima y el hecho de que los propios dueños de los garajes hayan tenido que colocar un falso techo para minimizar el riesgo parece importarle al Consistorio. Lo peor de todo es que últimamente han observado la presencia de manchas de óxido en el techo y han sido advertidos por arquitectos del peligro que esto puede conllevar tanto para los propios viandantes de las instalaciones del Cine Astoria reabiertas a finales de año como para los que lo hagan por los aparcamientos.
Les consta además que el arreglo, que consiste en colocar una tela asfáltica que hipermeabilice la cubierta del escenario, no es excesivamente costoso para evitar el pleito, pero entienden que el Ayuntamiento no les deja otra opción en tanto que ellos no están dispuestos a asumir más gastos mientras en la institución municipal “se dediquen a pasarse la bola” de un departamento a otro.
De hecho, aunque inicialmente se dirigieron a Emuvijesa, luego los derivaron a Urbanismo, donde enviaron a técnicos que elaboraron un informe en el que advertían que el techo se llovía, pero finalmente el asunto ha sido trasladado a Patrimonio. Los afectados lo tienen claro: no pasarán otro año más con este problema.
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