Muy poco interés tienen que tener los casi 700 propietarios de las 9.000 hectáreas de viñedo de Jerez que contabiliza el Ayuntamiento, para no subirse al carro y no apostar por revalorizar las viñas desde un punto de vista turístico, económico, cultural y medioambientalmente hablando. La primera en cambiar el chip y ver oportunidad de negocio fue la organización Asaja hace ya más de un año. No lo dudó y se lo trasladó a la propia alcaldesa, María José García-Pelayo, que vio con buenos ojos la propuesta desde el principio.
A partir de entonces todo ha ido rodado, y ayer mismo el primer teniente de alcalde y portavoz municipal, Antonio Saldaña, anunció que este viernes irá a Pleno el Plan Especial de Desarrollo de Actividades en la zona de Viñas, lo que supone allanar el camino a los particulares que estén interesados.
Con su gestión, el Consistorio, como precisó el delegado de Urbanismo, Agustín Muñoz, les ha “adelantado” al menos en lo que a trabas administrativas supone “un año o dos” a la hora de poder implantar sus actividades. Una vez solventadas estas “barreras” y tras obtener el visto bueno de la Junta para la declaración de impacto medio ambiental genérica para toda la zona (que ya no tendrá que solicitarse a título particular) el Plan del Viñedo entra en la segunda fase.
En esta nueva etapa, como precisó Muñoz, corresponderá a los propietarios, con los que el contacto desde el Ayuntamiento es “permanente”, ir concretando sus proyectos. En cualquier caso, aunque no hay una fecha concreta para empezar a funcionar, desde el Gobierno local resaltaron ayer de cara a los promotores la garantía de que los plazos de las actuaciones se vayan a “recortar”. De lo que no hay duda es que el este proyecto es “único” y “pionero” en Andalucía y en España” y, gracias a él, se dará luz verde a la rehabilitación de casas rurales en mal estado, bodegas e industrias vinculadas al viñedo y se promoverán actuaciones de rehabilitación para ventas, restaurantes, mostros e incluso hoteles. Teniendo en cuenta que la materia prima, es decir, los vinos, son inmejorables, y el interés más que manifiesto que demuestran los propios jerezanos hacia estas propuestas, sin contar con la buena acogida que suelen demostrar los visitantes cada vez que vienen por estas tierras, el éxito de estas propuestas está más que garantizado.
Frenar el deterioro del valor paisajístico
Muñoz destacó ayer la importancia de la aprobación del Plan Especial ya que “será el paraguas que dé cobertura legal al proyecto y permita definir, regular y agilizar las actividades y usos que puedan implantarse en la zona de viñas. Reconoce el territorio como un espacio muy valioso, frenando la destrucción y el deterioro del entorno paisajístico y de los valores que representa, tanto a nivel étnico, como patrimoniales, culturales, turísticos y económicos”, dijo. Además, dicho documento también servirá de “marco legal” para definir las actuaciones a realizar ligadas al enoturismo, el turismo rural o la mejora de infraestructuras. Respecto a los costes, Saldaña no descartó la posibilidad de que los promotores puedan beneficiarse de fondos europeos.
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