La Federación Local de Asociaciones de Padres y Madres de los colegios de Jerez (Flampa) estará vigilante para que episodios como los que han vivido esta semana el instituto Asta Regia y el colegio Federico García Lorca, en San Telmo, tras verse obligados a suspender las clases por una plaga de pulgas no vuelvan a repetirse. Tras fumigar ambos centros, se prevé que este lunes puedan volver a clase los aproximadamente 1.000 alumnos que entre los dos se han quedado sin clase por culpa de esta incidencia. Primero empezó el instituto, interrumpiendo su actividad -menos para el personal docente- de miércoles a viernes, y el viernes le tocó al colegio después de que varios alumnos, entre ellos uno de 5 años, sufriera picaduras. Una situación que se dio en muchos más casos en el instituto, donde las pulgas han llegado hasta las clases, extremo que, afortunadamente, no se ha dado en el colegio de Primaria.
Tras actuar sobre ambas instalaciones y sus alrededores -el Asta Regia ya lleva cinco-, en teoría este lunes no tendría que haber ningún problema, pero detrás hay un nuevo trasfondo que es el que la Flampa no está dispuesta a consentir, y es que se tenga que llegar al extremo de que los niños pierdan clase porque las administraciones no prevean estas situaciones. “Esto viene de tiempo atrás, no es nuevo, y cada vez que arranca el curso y hacemos recogida de toma de datos, siempre sale el tema”, señala el presidente del colectivo, Marcos Antonio Rubio. En la línea del llamamiento que ha hecho el Ayuntamiento estos días, pide que “por sentido común” los vecinos de la zona no les den de comer a los gatos abandonados que campan a sus anchas por ambos centros, una situación que ha provocado incluso “encontronazos” con los propios residentes. Sin embargo, entiende que la falta de acciones contundentes -aunque el Ayuntamiento diga que esté cazando con jaulas a los felinos de forma preventiva- “ha pasado ya de castaño oscuro”.
mediadores a a fuerza
De nuevo, este último conflicto ha vuelto a evidenciar la confrontación entre ambas administraciones cada vez que hay un problema, como ya ocurrió con la huelga de limpieza en los colegios hace un año. El pasado viernes, la Delegación de Medio Ambiente advertía que había fumigado el Federico García Lorca tras la “dejadez” de la Junta y dejaba claro que ellos sí anteponían la seguridad de los alumnos. Estas circunstancias, sumadas al capítulo de las termitas que obligó a trasladar a los alumnos de un curso del colegio José María Pemán a la biblioteca, es otro claro ejemplo, a juicio de la Flampa, de que “ninguna administración reacciona hasta que pasa algo gordo”, lo que les deja en una posición de “mediadores” ante la falta de interlocución entre ambos organismos.
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