El Ayuntamiento acaba de anunciar que pondrá en marcha una unidad policial específica para controlar los efectos del botellón que tantos quebraderos de cabeza le está dando últimamente. Según ha anunciado hace unos días, lo hará con medidas especiales que diseñarán los propios mandos del 092 para atajar esta problemática que mantiene sin dormir a los vecinos del entorno de San Mateo y otros puntos del casco histórico, después deque esta práctica se haya agudizado en el verano, adelantándose a los jueves. A diferencia del invierno, los fines de semana son “más tranquilos” porque muchos delos habituales -una buena parte de ellos menores- se va a otras localidades, pero los vecinos, que han vuelto a patrullar, ya han avisado de que irán a los juzgados si esta situación no se resuelve.
Con un juicio a la vuelta de la esquina por la muerte de un menor apuñalado en el recinto del botellódromo el pasado verano, la práctica del botellón tiene connotaciones dramáticas en Jerez. Sin embargo, en el seno del Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP) no terminan de ver factible que un grupo específico se ocupe en exclusiva de “garantizar el derecho al descanso de los vecinos” disolviendo para ello cualquier reunión de jóvenes que se reúnan para beber alcohol en la via pública. “Nos hemos enterado por la prensa, directamente no se nos ha dicho nada. El Ayuntamiento dice que va a contar con el sindicato para organizar los servicios, pero sin medios esta medida no tiene garantía de éxito, porque además sabemos que pretenden que sea un grupo numeroso”, señala el portavoz del SIP, Gabriel Cordones.
más zonas afectadas
Además, de cara al dispositivo especial que se ha puesto en marcha en el entorno de San Mateos los jueves, desde la sección sindical mayoritaria del 092 ya avisan de que esta zona “no es la única” aunque sí en la que los vecinos sufren molestias “más graves”. Como explica, hay otras puntuales, especialmente “zonas verdes amplias” como el Parque de El Cuco (frente al colegio), el del Retiro o el de Záfer, desde los que también se producen muchas llamadas de residentes quejándose por el ruido y los efectos del temido botellón. “Tenemos muchos requerimientos y más los fines de semana, con lo que no sabemos cómo lo vamos a hacer si ahora también se quiere montar esta unidad con los medios que tenemos”.
En cualquier caso, sea como fuere, el Consistorio tendrá en cuenta las “valoraciones” de los sindicatos policiales y ha avisado que tanto el número de efectivos, la estructura de trabajo y la dotación se basarán en criterios técnicos. El propio delegado de Seguridad, Javier Durá, expuso estos planes a la junta directiva de la AVV del casco histórico, los que recibió para valorar el dispositivo contra el botellón que empezó a funcionar el pasado jueves de nuevo en la zona, después de que tras el efecto disuasorio de los últimos meses por el dispositivo, la temporada estival haya recuperado con fuerza esta problemática.