b.garcía
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El buen tiempo siempre es el mejor aliado de los grandes acontecimientos, ya que es el que incita a disfrutar de ellos, a participar, a acudir, y cuantos más, mejor. Porque, ya se sabe, hay gente para todo: aquellos a los que les gusta la playa, los que les gusta la sierra, los que les gusta el ambiente de El Puerto, los que les gusta conocer nuevos lugares de la provincia y, por supuesto, aquellos a los que les gusta Jerez. En este sentido, puede que la celebración del Gran Premio de Motociclismo en el Circuito de Jerez, y con Jerez como gran anfitrión, se haya consolidado en los últimos años como el mejor exponente de las calidades y atractivos turísticos de la provincia al completo.
Pero quedémonos en el punto de partida, porque aunque haya quien siga matizando el hecho de que “la afluencia de moteros a Jerez ya no es la que era”, el día de ayer se le pareció bastante, salvo por el hecho de que buena parte del ambiente se concentró en tres grandes avenidas: Europa, Álvaro Domecq y Lola Flores, por orden de afluencia.
El ambiente en la primera fue espectacular, por la concentración de visitantes y espectadores, que se adueñaron del ramal de entrada desde La Granja, jaleando, descansando, disfrutando, bebiendo, vibrando...; todo, bajo la influencia de un luminoso atardecer y rugir de motos, mucho rugido.
En la avenida Álvaro Domecq, el público se concentró en la zona de locales de ocio. Barras en la calle, música, trasiego de motos en una y otra dirección y, por supuesto, copas y refrigerios. Hubo también muchos que pusieron rumbo en dirección hacia la calle Sevilla, en busca de las terrazas de los bares del centro, también ambientados, aunque más reposados.
Y en la avenida Lola Flores, dinámica parecida gracias a la fidelidad de la clientela, ya que éste fue uno de los puntos que el pasado año pudo mantener el tipo pese a la lluvia.
Eso sí, por mucho que el ambiente de ayer pudiera recordar al de hace varios años, Jerez hace tiempo que defenestró el concepto de “ciudad sin ley” en que parecía convertirse el fin de semana de las motos, y la seguridad jugó un papel esencial gracias a la activa presencia de las fuerzas de seguridad y el control y el orden que lograron mantener en los momentos de mayor concentración de público por las calles de la ciudad: la Policía local atenta al tráfico y la Policía Nacional vigilante y realizando controles de seguridad en determinadas zonas y a determinadas horas incluso de la tarde de ayer.
Lo que de momento sigue siendo una incógnita, a la espera de conocer el balance de la pasada madrugada, es la influencia de la presencia del recinto ferial de cara a los visitantes de la motorada, ya que en la noche del viernes el ambiente se limitó a las botellonas desarrolladas en todo el recinto.
balance oficial
Por lo que se refiere a las primeras 24 horas del dispositivo de seguridad controlado desde el Ayuntamiento, el Centro de Coordinación Operativa (CECOP) ubicado en la calle Corredera no reveló ayer incidencias de carácter grave. “La fluidez continua en la entrada de los moteros a la ciudad ha sido la tónica generalizada. No se han registrado accidentes de motos de carácter grave; de hecho, en la madrugada del viernes al sábado solo hubo dos accidentes, con el resultado de dos heridos de carácter leve.
La Policía Local intervino en hechos habituales de movida en el botellódromo y zonas aledañas de la Feria (Paseo de la Rosaleda) al igual que los servicios de la Cruz Roja, que tuvieron que realizar cinco salidas derivadas por ingesta de alcohol.
En cuanto al dispositivo ubicado en las avenidas del Distrito Sur para frenar las gymkhanas de los moteros de origen fundamentalmente local, éste estuvo vigente toda la tarde-noche y madrugada. Hubo dos conatos de acrobacias y conducciones temerarias, pero fueron repelidas por los efectivos allí presentes tanto de la Policía Local como de la Policía Nacional.
En la avenida de Europa, zona tradicional también de concentración de moteros de origen local para la realización de “gymkhana”, la tarde-noche y madrugada trascurrió sin incidencias, ni se apreció concentración masiva en la zona.
En cuanto a zonas de concentración, desde el centro de seguridad se aprecia que repunta de nuevo la avenida Álvaro Domecq a la altura del Coloma, así como la zona del Mamelón. También se apreció mucho público local esperando la venida de moteros en torno a la rotonda de la moto alada de La Granja y el tramo final de la avenida de Arcos.
El delegado de Personal y Seguridad, Javier Durá, destacó ayer “la normalidad en la llegada de moteros a la ciudad, sin incidencias de carácter grave, y la fundamental coordinación entre la Policía Local y la Policía Nacional en el dispositivo, así como del resto de componentes del CECOP a la hora de atender con la mayor celeridad cualquier incidencia”.
Por otro lado, el dispositivo activado en el Circuito ha tenido que realizar atenciones sanitarias de carácter leve, algo menos del centenar, aunque no están relacionadas con accidentes de tráfico, se refiere a heridas leves, abrasiones, picaduras, cefaleas, mareos, vértigos y dolores de garganta, entre otros.
Asimismo, la sala de coordinación del 061 atendió el viernes de 2012 coincidente con el Gran Premio de Jerez un total de 364 llamadas en toda la provincia; si bien este año, durante el viernes se registraron un total de 349, lo que sólo un descenso con respecto a 2012. Hay que tener en cuenta que estas demandas son referidas a todo tipo de asistencias, no sólo referidas al Mundial.
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