La doctora Mª Pilar Rodríguez, ha señalado que en ocasiones se confunden los fallos de educación de los niños con el Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad (TDAH), “que es una enfermedad neurobiológica” que hay que tratar y corregir. Este trastorno no debe diagnosticarse antes de los 6 años, y tiene tres síntomas principales, ha añadido: “hiperactividad, impulsividad y déficit de atención”. Estos síntomas, señala Rodríguez, deben manifestarse en cualquier ámbito de la actividad del menor y de manera persistente, para que pueda considerarse la posibilidad de que el niño sufra esta enfermedad.
El TDAH se manifiesta por una hiperactividad y falta de atención del niño, además de caídas constantes, por lo que puede confundirse con problemas de educación del menor. “Es una alteración de base en el funcionamiento del cerebro, que hace que no se cansen nunca de moverse y hablar en exceso, que cometa errores por descuido o que no puedan mantener la atención de manera prolongada; afecta más a niños que a niñas, en una proporción de 4 a 1”, según ha explicado la doctora Rodríguez, quien añadía que “en el 80 por ciento de los casos tiene origen genético, y en el 20 por ciento restante, con problemas durante el embarazo, como el consumo de drogas por parte de la madre, o durante el parto”.
Para determinar que un niño padece este trastorno, según ha explicado Mª Pilar Rodríguez, se utilizan varios criterios. “Tiene que tener un nivel de inatención, impulsividad e hiperactividad inadecuados para su edad, tienen que detectarse síntomas antes de los 7 años y durante al menos 6 meses, y tiene que producir un deterioro importante en al menos dos áreas de su vida normal”.
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