Un total de 21 días hicieron falta para desbloquear la huelga de la basura. Un conflicto que le ha salido muy caro a los jerezanos, no sólo literalmente hablando, y que todavía tiene secuelas. Aunque el reto que se marcó el Ayuntamiento tras desconvocarse los paros fue que Jerez estuviera limpia y volviera a la normalidad este lunes, mucho tienen que correr los operarios de Urbaser, concesionaria del servicio, para lograr el objetivo. La plantilla retomó su actividad el mismo jueves por la noche en el que la asamblea ratificó el acuerdo que acababa con una verdadera pesadilla, pero todavía ayer sábado no hacía falta darse muchas vueltas por Jerez para apreciar que la secuela de esta “crisis” de la limpieza sigue todavía en los barrios jerezanos, que siguen sin quitarse de encima el paisaje de las montañas de basura apiladas junto al contenedor.
Estos días la imagen más buscada es la de los camiones de la basura, y muchos vecinos nunca se imaginaron que iban a echarlos tanto de menos. Pues bien ayer por la tarde pudieron verse en la avenida San Joaquín, mientras que en una parte de Icovesa repusieron contenedores que habían sido quemados, como también a última hora de la tarde se fueron a las zonas donde las aceras estaban prácticamente intransitables, como es el entorno de Merca 80, justamente al lado de terrazas de hostelería y frente al supermercadao de esta zona comercial. Lo hicieron con un uniforme especial blanco, que no pasó desapercibido para los vecinos, muchos de los cuales contemplaban atentos estas labores, y protegidos con mascarillas.
A partir de ahí, los operarios del turno tanto del fin de semana como los que trabajan de lunes a viernes se afanarán toda la madrugada para retirar las más de 3.000 toneladas de basura que llegó a acumular una inactividad de tres semanas, tanto en el casco urbano, como en la zona rural, donde también han llegado a cortarse calles enteras por la acumulación de la basura.
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