Los vecinos de un bloque de viviendas de la Hijuela de la Canaleja vienen soportando desde hace más de dos años, los ruidos provenientes de un criadero de pollos. Según los afectados, estos ruidos se producen durante todo el día, pero son especialmente molestos al amanecer, ya que los pollos empiezan a despertarse a las 5 de la mañana.
Además, los denunciantes también deben soportar las molestias provocadas por los ladridos de un gran número perros que se encuentran enjaulados y otros amarrados de forma permanente en otras viviendas colindantes, así como de los malos olores de los cerdos que crían determinados vecinos.
Los afectados han denunciado estas molestias ante la Delegación municipal de Medio Ambiente, la Oficina Comarcal Agraria de la Junta de Andalucía y la Delegación municipal de Urbanismo, sin que ninguna de ellas haya actuado para solucionar el problema.
Incluso, han interpuesto una queja ante la Oficina del Defensor de la Ciudadanía, que abrió expediente en agosto de 2011 y que ha remitido escritos a los organismos competentes, sin haber obtenido respuesta satisfactoria.
Ante lo desesperante de esta situación, que está atentando contra uno de los derechos fundamentales como es el derecho al descanso, el pasado 19 de junio remitieron un escrito al delegado de Urbanismo, Antonio Saldaña, considerando que es el competente en este tipo de asuntos y solicitándole su intervención para solucionar el problema. Ante la falta de respuesta de dicha delegación, la comunidad de propietarios ha decidido acudir a la vía judicial para tratar de poner fin a estas molestias.
Los afectados se muestran esperanzados, ya que existen muchos antecedentes de sentencias en las que los jueces condenan a los responsables públicos por la falta de atención a las demandas de los ciudadanos que solicitaban la intervención de éstos para que ejercieran sus responsabilidades en la solución de problemas de ruidos.
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