| “Voy a trabajar hasta el 30 de junio que es cuando finaliza mi contrato y si el del domingo es mi último partido trataré de despedirme dándole la mano a la afición y a la gente que me ha apoyado”.
Viqueira tiene claro que su futuro está lejos del Xerez, salvo que se produzcan acontecimientos no esperados a lo largo de este mes, sobre todo el próximo lunes en lo que él llama “el partido más importante de la historia del Xerez se juega el próximo día 4 y se habla de que si se va Vicente, se va Emilio, creo que todos deberían centrarse en ese día”. Y es que el convenio de acreedores debe aprobarse sí o sí, o de lo contrario nada de lo que se está hablando tendría sentido.
Tampoco parece que tuviesen mucho sentido las declaraciones de Mateos, en distintas emisoras de radio, el pasado miércoles ya que habló de que “tendía la mano” a Viqueira y el todavía director deportivo de la entidad reconocía ayer que “ya le dije a Rafael, con el que me une una buena relación y al que respeto, lo que le tenía que decir. La determinación la tenía tomada desde hace tiempo y no tengo que repetirla constantemente”. En cuanto a su futuro reconoce que “en estos momentos no me planteo nada. Hemos conseguido salvar la categoría, que no era el objetivo inicial propuesto, pero que es importante y posteriormente ya se verá. Está claro que en las últimas fechas han faltado las formas y yo tengo las ideas claras y trabajaré hasta final de mes, tal y como establece mi contrato”.
Viqueira se muestra “sorprendido con todo”, fundamentalmente “porque tanto a Vicente como a mí se nos ha faltado el respeto. Ya salió en los medios que contaban con nosotros, creo que fue hace un par de meses, y hace cuatro días se nos dijo que estuviésemos tranquilos cuando sabemos que hace un mes que estaba pactada la reunión con Gorosito. Los tiempos que han marcado no son los justos”.
Sobre la reunión con Mateos indicaba que “es el presidente y no me tiene que dar explicaciones. Se lo agradezco y agradezco sus palabras, pero la realidad es que lo único que pedíamos era un poco de respeto y que se hubiese sido sinceros. No ha sido así, nos dijeron algunas cosas que no se han cumplido. Sabemos que como presidente que es y Ballesteros, como consejero delegado que creo que es su puesto, pueden hacer lo que quieran y no tienen que darnos explicaciones, pero sí mostrar respeto porque la Liga aún no había terminado”.
Viqueira escenificaba su adiós, salvo que los acontecimientos se den de manera diferente a lo previsto.
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