Hace justo un año los jerezanos otorgaron su confianza a la candidatura encabezada por la popular María José García-Pelayo, que lograba para esta formación política la primera victoria en unas municipales. El vuelco fue total, sobre todo porque el PSOE pasó del mejor al peor resultado histórico en apenas cuatro años, justos los que Pilar Sánchez gobernó en mayoría absoluta.
Para que el péndulo electoral oscile con semejante violencia es necesario alguna sacudida. Nada más tomar posesión de su cargo, García-Pelayo firmaba el preceptivo arqueo de las cuentas municipales, encontrando 10.738 euros en la caja. Poco después, una auditoría interna evidenció que la deuda municipal se elevaba a los 958 millones de euros, y que el 70 por ciento de los ingresos se encontraban comprometidos. Sin tiempo para la celebración, y antes incluso de entrar en el despacho de Alcaldía, García-Pelayo debió reunirse con el comité de empresa de Urbaser para tratar de desconvocar una huelga en el servicio de recogida de basuras cuyo inicio coincidió finalmente con el estreno de la legislatura.
El primer día hábil del mandato, el lunes 13 de junio, el nuevo Gobierno culminaba el abono de la nómina de mayo a sus trabajadores gracias a una operación de crédito con el Banco de España.
El pendulazo del 22-M tenía su fundamento en la insólita situación de un Ayuntamiento acosado por los proveedores y sin apenas recursos con los que responder.
El nuevo Ejecutivo se acostumbró desde el primer día a tratar de tapar boquetes en la confianza de que llegarían tiempos mejores. Pero no llegaron. El 20 de noviembre, los españoles fiaron su futuro a Mariano Rajoy. El Ayuntamiento de Jerez, también. Meses después de constituido el Gobierno central, el Consistorio no ha logrado alcanzar las que a priori eran sus auténticas prioridades: la devolución de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE) y la firma de un convenio con Seguridad Social y Hacienda.
En Madrid no están para regalos, por mucho que Jerez fuera uno de los ayuntamientos preferentes para los populares. De hecho, el Gobierno local no ha logrado más que el resto de consistorios, encontrándose con el caramelo envenenado de la línea de crédito abierta por el ICO que le permite poner “el contador a cero” con sus proveedores a cambio de sacrificar a 390 de sus trabajadores.
Conflictividad laboral
Los impagos a proveedores -y la coincidencia del inicio de la legislatura con los procesos electorales general y autonómico- convirtieron a la ciudad en escenario de múltiples huelgas en las concesionarias de servicios públicos. Especialmente llamativos han sido los conflictos protagonizados por las trabajadoras de los servicios de Ayuda a Domicilio (Acasa) y limpieza de colegios públicos (Limasa).
Pero, sin duda alguna, han sido las huelgas de los trabajadores de Urbanos Amarillos las que en mayor medida han soliviantado los ánimos de ciudadanos y comerciantes. La concesionaria aterrizó en la ciudad el 7 de mayo de 2011. En este primer año, la plantilla ha estado en huelga durante 26 semanas, toda una marca de casi imposible franqueo. Los incumplimientos de Urbanos Amarillos han justificado el secuestro de la concesión, que en estas últimas semanas parecen haber normalizado el servicio.
Autonomía financiera
El secuestro del servicio de transporte urbano es la segunda decisión de gran calado adoptada por el Gobierno local en estos doce meses. La primera llegó en febrero y supuso la resolución del convenio suscrito con Diputación en virtud del cual la institución provincial asumía la recaudación de los tributos municipales para, a su vez, pagar a proveedores. El Consistorio trató de que un banco le prestara ese servicio a cambio de fraccionarle mensualmente la recaudación del IBI y, de este modo, poder pagar a plantilla y proveedores.
Ninguna entidad se prestó al negocio, lo que obliga al Gobierno a estar pendiente de los ingresos de Jereyssa para poder atender sus pagos más perentorios. Esta situación ha provocado que la plantilla municipal acumule varios meses sin cobrar, algo que nunca antes se había dado en el Ayuntamiento de Jerez. En unas pocas semanas, el Consistorio saldará todas sus deudas con el personal gracias a la recaudación del IBI.
Y ese momento va a coincidir en el tiempo con la aplicación de un ERE a 390 trabajadores que tiene como objetivo redimensionar la plantilla y garantizar la devolución del préstamo de 299 millones de euros que ha concedido el ICO para pagar a proveedores.
El lunes 23 de mayo de 2011, apenas unas horas después de la victoria del PP en las municipales, Javier Arenas advertía de que no había lugar para el “triunfalismo” porque los “problemas” de la ciudad seguían estando “donde estaban” antes del inicio del proceso electoral.
Ayer, el Gobierno local admitía que ha sido “un año muy duro”, al tiempo que se mostraba convencido de haber puesto “los cimientos para situar a Jerez en el lugar que le corresponde”. El tiempo dirá si se camina o no en la dirección acertada. De momento, la cruda realidad sigue negando cualquier triunfalismo.
Juan Pedro Crisol: “La ciudad está muchísimo peor que hace un año”
El concejal socialista Juan Pedro Crisol estima que la ciudad está hoy “muchísimo peor que hace un año”, expresando su “decepción” por el hecho de que el PP “llegara al Gobierno prometiendo a los ciudadanos soluciones que está demostrado que no tiene”. “Están gobernando a base de impulso y de medidas improvisadas. En este año hemos sufrido una altísima conflictividad social y laboral, con una huelga de autobuses que ha batido todas las marcas. Además, apuestan por aplicar cirugía inmediata para resolver problemas que vienen de muchos años”.
Pedro Pacheco: “El caos se ha visto agudizado por la pésima gestión popular”
Para el portavoz de Foro Ciudadano, Pedro Pacheco, este ha sido “un año perdido”, advirtiendo además de que la situación de “caos” del Consistorio “se ha visto agudizada por la pésima y desnortada gestión de los populares”. “El PP no ha tardado ni un año en quitarse la piel de cordero y mostrar sus afilados colmillos. Detrás de ese ropaje estético y retórico lo que había no era confesable. Los datos son demoledores: 390 despidos, media plantilla de Onda Jerez con pie y medio en la calle, rebajas salariales, huelgas, manifestaciones, acampadas...”.
Joaquín del Valle: “El Gobierno actúa desde la ideología y sin ningún corazón”
El portavoz de IU, Joaquín del Valle, considera que Jerez está ahora “en una situación similar” a la de hace un año, lamentando además que las medidas que se vayan a adoptar tomen el camino “del deterioro de los servicios públicos y el despido de trabajadores”. “El Gobierno está actuando desde una posición ideológica determinada y sin ningún corazón. Están haciendo valer su mayoría absoluta sin escuchar a nadie y terminan rectificando cada vez que adoptan una decisión, como ocurrió con el convenio de Diputación o el rescate del transporte urbano”.