Los procedimientos judiciales relacionados con pequeñas incautaciones de droga se incrementaron un 60% el pasado año en Algeciras, según informó a este diario el fiscal antidroga del Campo de Gibraltar, Emilio Miró.
Los datos acumulados de intervenciones realizadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado durante el pasado año que dieron lugar a diligencias judiciales dejan el número de procedimientos en 446 (1,22 casos al día), frente a los 278 (0,76 diarias) registradas durante el 2010 en las salas algecireñas.
Según indicó el fiscal, la mayoría de los casos reseñados acaban en juicios rápidos, por tratarse siempre de cantidades “en la frontera de la notoria importancia”, es decir, menos de 2,5 kilogramos. Las penas solicitadas para esta tipología de delitos no suele superar los tres años y medio, y previo acuerdo entre las partes es sencillo que queden en sentencias inferiores a los dos años de cárcel, lo que supone, caso de no existir antecedentes por parte del acusado, en su puesta en libertad condicional quedando suspendida la pena.
Reincidencia
Sin embargo, es muy habitual la reincidencia de estos pequeños narcotraficantes, quienes por una pequeña cantidad de dinero arriesgan su libertad y, en muchos casos, incluso la vida, introduciendo droga dentro de su cuerpo.
En caso de reincidir, las penas anteriores, como decíamos inferiores a dos años, se suman a la nueva condena que dicte el juez en el nuevo delito contra la salud pública cometido por el sujeto.
Este ha sido el reciente caso, por poner un ejemplo, de la actriz portuguesa Sara Norte, toda una celebridad en su país, que en días pasados intentó pasar una cantidad de hachís de 780 gramos y fue condenada, por un juzgado de Algeciras, a una pena de un año y cuatro meses de cárcel. Al haber sido su segunda vez -en abril del pasado año le pillaron con una cantidad similar- la suspensión de la pena anterior de un año y dos meses quedó rebocada, sumándose a la nueva y dando lugar a dos condenas consecutivas que la mantendrán dos años y seis meses entre rejas.
Miró puso de manifiesto que es cada vez más habitual que, además, personas que ya han cumplido penas por asuntos de drogas en la cárcel vuelvan a las redes organizativas para las que trabajaban anteriormente. “Mi opinión es que el que se dedica de manera profesional a traficar lo hacía antes y lo hacía ahora”.
El fiscal recordó que las organizaciones dedicadas al narcotráfico funcionan de manera piramidal, y dio a entender que, si bien “no siempre una cantidad mayor determina un flujo de tráfico más importante”, el mayor número de pequeñas incautaciones en dobles fondos de vehículos o bien de droga adherida al cuerpo o ingerida denota que son estas personas las que están asumiendo mayores riesgos y, posiblemente, aumentando su actividad, mientras que “el resto de los tramos, con más beneficios y menos riesgos”, se expone menos que hace unos años con operaciones más notorias.
Mano de obra ‘barata’
El presidente de la coordinadora Alternativas, Francisco Mena, relacionó este aumento de los procesos contra pequeños narcotraficantes como un “fruto de la situación económica”, si bien quiso dejar claro que “no quiero justificarlo” pero que “somos conscientes de que ello está llevando a la gente a ver la droga como un medio de salir de penurias económicas viéndose reclutados por las magias”.
Mena se refirió, concretamente, a “vagineras, culeros y muleros”, personas que pueden llevar cantidades de entre medio kilo y un kilo dentro de sus partes íntimas o el recto por unos pocos miles de euros.
El presidente de Alternativas recordó casos que en su momento alcanzaron gran notoriedad, como fue, hace algunos años, el de un barco que llegó procedente de Tánger con un buen número de mujeres embarazadas, que ante la ausencia de un ATS fueron remitidas al Hospital Punta de Europa, donde, en sus propias palabras, “rodaban bellotas de hachís por los pasillos”.
“Antes eran ciudadanos españoles, pero ahora proliferan de otras nacionalidades, como rumanos”, incidió Mena. Emilio Miró agregó, por su parte, que también son habituales los portugueses, marroquíes, holandeses, franceses, italianos o británicos. “Se utiliza la mano de obra que más necesidades tiene”, recalcó Mena, quien comparó estas prácticas con los abusos cometidos laboralmente contra los inmigrantes.
Alijos
Para el fiscal antidroga, la instalación y el posterior perfeccionamiento de la tecnología utilizada a través del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE) con varias estaciones en la provincia, ha sido determinante para “dispersar todo el tráfico a través de embarcaciones hacia otras provincias”.
Ello ha dado lugar a que los narcotraficantes estén recurriendo ahora a pequeños barcos pesqueros y deportivos, lo que ha convertido los puertos dedicados a estas últimas embarcaciones en puntos de mira para las fuerzas y cuerpos de seguridad.
Los narcotraficantes aprovechan lo abrupto del terreno en la costa algecireña y de Tarifa para alijar, y, además, dentro de la Bahía se han realizado con frecuencia desembarcos en la playa del Rinconcillo, el río Guadacorte y el Guadarranque, así como el puerto pesquero de La Atunara e incluso, en ocasiones, la Dársena de El Saladillo o el puerto deportivo de Sotogrande.
Además del SIVE, Miró puso de relieve la importancia de los avances que han tenido lugar en los últimos años en materia de colaboración policial, tanto entre los cuerpos españoles como con las fuerzas procedentes de otros países.
Desviación a Tarifa
El presidente de la coordinadora comarcal Alternativas, Francisco Mena, alertó en estos días acerca de la utilización, cada vez más frecuente, del puerto de Tarifa para la introducción de pequeñas cantidades de droga en el país.
En opinión del representante comarcal, la razón es que “los controles son menores” que en el puerto algecireño, y que los narcotraficantes creen tener mayores facilidades para eludir a las fuerzas de seguridad.
Mena se refirió, concretamente, a la menor presencia, en Tarifa, de los perros del Servicio Cinológico, que funciona con gran eficacia en el puerto algecireño, “pero que hay veces que no están” en el puerto tarifeño. “Sólo cuando hay sospechas muy fundadas sobre un coche determinado llevan los perros”, mencionó el presidente de la coordinadora comarcal.
Mena agregó que estas incautaciones se hacen principalmente a pasajeros de los barcos que llegan procedentes de Tánger.
Sin embargo, las fuerzas y cuerpos de seguridad trabajan incesantemente para adaptarse a las nuevas prácticas de los narcos y siguen aumentando las incautaciones a estos pequeños traficantes en el puerto tarifeño gracias a la colaboración, siempre estrecha, entre la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Más droga incautada
Las intervenciones de hachís en el Campo de Gibraltar se incrementaron en un 8,6% durante el 2011, según los datos recabados de las intervenciones efectuadas por los diferentes cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado..
En base a estas cifras, que servirán de base para la elaboración de una memoria a nivel provincial y regional en los próximos meses, la cantidad total de hachís que se intervino en el Campo de Gibraltar fue de 65.937 kilos en 2011, frente a los 60.684 kilos incautados durante el 2010.
En este volumen de incautaciones ha tenido mucho que ver la alta cuantía registrada por la Guardia Civil durante el pasado año, con un total de 54 toneladas de.droga intervenidas durante el pasado año, frente a las 33 que se registraron el año anterior.
Dentro de estas intervenciones, tuvieron especial relevancia las efectuadas en las instalaciones portuarias de Algeciras. El Instituto Armado logró, en este ámbito, la incautación de 13,6 toneladas de hachís, que habría alcanzado un valor aproximado en el marcado de 25,8 millones de euros, tal y como adelantó EL FARO INFORMACIÓN en su edición del pasado 12 de febrero.
Un oficial de la Benemérita apuntaba ya entonces que la mayoría de las incautaciones que se producían en el recinto correspondían a pequeños decomisos de droga adosada al cuerpo o en el interior del cuerpo. A ello hay que sumar la droga incautada en los registros efectuados en la zona de cabotaje, los controles a través del escáner y la labor del Servicio Cinológico con los perros detectores de droga del Instituto Armado, especialmente entrenados para esta labor.
El fiscal antidroga del Campo de Gibraltar, Emilio Miró, señaló que “no siempre una cantidad mayor determina un tráfico más importante”.
En lo que se refiere a la cocaína, las intervenciones practicadas durante el pasado año fueron sensiblemente inferiores a las del año anterior (973 kilos frente a los 2.349 del año anterior). Una vez más, las cifras engordaron con los grandes cargamentos de esta sustancia introducidos en el puerto de Algeciras a través de contenedores en tránsito con mercancía legal, y utilizando, habitualmente, la estratagema del gancho perdido, que impide que se produzcan detenciones en estas actuaciones.
Heroína
Las intervenciones de heroína efectuadas por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en el Campo de Gibraltar suelen reducirse, en la mayoría de los casos, a pequeñas incautaciones procedentes de puntos de venta.
Ello ha dado lugar a que, habitualmente, año tras año las cantidades intervenidas sean mínimas, sin llegar, en algunos casos, al kilogramo incautado en todas las operaciones practicadas, que suelen saldarse con unos pocos gramos intervenidos.
Sin embargo, y como recordó el fiscal antidroga, Emilio Miró, el pasado año las cifras de incautación de heroína se dispararon en la comarca como consecuencia de un único caso fruto de las actuaciones de la Guardia Civil en el puerto algecireño.
Se trataba de un contenedor en cuyo interior se guardaron 151 kilos de esta sustancia, que viajaba oculta en palés.
El contenedor llegó procedente de una empresa en Pakistán y su destino era un país africano, recordó el fiscal.
El descubrimiento de esta enorme cantidad de estupefaciente fue posible gracias a las actuaciones de la Unidad de Análisis de Riesgo (UAR) del Puerto de Algeciras, una unidad mixta para la que trabajan agentes de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA).
El contenedor fue interceptado en tránsito, como suele ser habitual en el puerto algecireño, y el método utilizado por los narcos imposibilitó que se produjeran detenciones, ya que venía mezclado con mercancía legal.
Fuera de eso, las cantidades incautadas por los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad fueron mínimas, y la mayoría de las cuales, efectivamente, en actuaciones desarrolladas para desarticular puntos de venta.
Entre estas actuaciones, Miró destacó la actuación sobre un punto de venta en la Línea que se saldó con la incautación de 427 gramos; u otra en la misma localidad con 35 gramos intervenidos. La cantidad total de heroína incautada en el Campo de Gibraltar fue de 151,932 kilos.
Detenidos
El 2011 dejó en materia de narcotráfico un total de 1.070 detenidos, 56 menos que los registrados el año anterior, lo que supone un descenso del 4,9%, según los datos recabados por este medio.
Pese al descenso general en el número de detenidos, en el caso de las pequeñas incautaciones los procesos judiciales abiertos se incrementaron un 60%.