La Fiscalía ha puesto de manifiesto que se trataría del segundo permiso penitenciario que el conocido delincuente gallego disfrutaría después de que en el mes de mayo se le concediera la salida por tres días de la prisión algecireña.
En aquella ocasión, la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional ya expresó su oposición a dicho permiso, una negativa a la que se sumaron otros jueces y entidades judiciales, y que fue respaldada por el propio funcionariado de prisiones.
Entonces, la Fiscalía alegó ante la Audiencia Nacional que se trata de un preso con un elevado riesgo de fuga, teniendo en cuenta que el último delito que cometió, relacionado con el tráfico de cocaína, se produjo precisamente mientras disfrutaba de un permiso penitenciario.
Pese a la firme oposición expresada en dichos términos por la Fiscalía Antidroga, la Audiencia Nacional concedió finalmente a Miñanco el permiso, del cual disfrutó regresando finalmente a Botafuegos sin que se produjera ninguna incidencia.
Ahora, la Fiscalía está elaborando un informe para oponerse nuevamente a la solicitud de un permiso para el narco gallego, informe que está siendo redactado en los mismos términos que el anterior, alegando el riesgo de fuga del interno, sus antecedentes como preso reincidente y el hecho de que su condena no acaba hasta 2018.
Amplio historial
La extensa relación de delitos perpetrados por el narcotraficante gallego así como la importancia de las condenas que está cumpliendo actualmente en Algeciras son los argumentos que esgrime la Fiscalía en su informe, en el que cual se resalta que su segundo delito (dirigir una operación de 3,7 toneladas de cocaína) se produjo cuando se encontraba en libertad condicional de su primera sentencia.
Sin embargo, respecto del último permiso, existe ahora la novedad de la oposición de la Junta de Tratamiento del centro penitenciario de Botafuegos, un supuesto que, de cumplirse, variaría lo estipulado hasta la fecha.
Fue precisamente el informe favorable de la Junta de Tratamiento de la prisión de Huelva lo que impulsó su último permiso penitenciario, una situación que ahora se invertiría.
Miñanco, un marinero humilde de Cambados, se inició en la década de los ochenta en el contrabando de tabaco. Fue cumpliendo condena en Carabanchel por dicho delito, cuando entró en contacto con el cartel de Medellín, siendo uno de los primeros que abrió la ruta de la cocaína que conectaba Colombia con las rías gallegas.
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