Hartos de “promesas incumplidas” y “ninguneo de todo tipo”, la comunidad educativa del IES Lola Flores decidió este miércoles salir a la calle en manifestación para hacer más visible y copartícipe a la ciudadanía jerezana de una
reivindicación convertida ya en exigencia tras 14 años de espera: las obras del nuevo aulario. “Ojalá dentro de poco puedan decir los alumnos: Todo esto antes era fango”, expuso ayer
Marta González, antigua alumna del centro y encargada de leer uno de los manifiestos a las puertas del Ayuntamiento, donde acabó la marcha. Junto a ella,
Inés Hernández, presidenta del AMPA, y el alumno Juanma Picardo, que también intervinieron.
Pero, antes, sobre las cinco, la emoción de los alumnos antes de emprender la manifestación, con sus pancartas y carteles plagados de mensajes directos a la Junta, y apoyados en las consignas coreadas durante la marcha. Encabezando la comitiva, la “mascota” del centro:
un esqueleto vestido con el uniforme de los alumnos de cocina y un cartel del cuello: “14 años esperando la educación en los huesos”.
Y junto a los alumnos, sus familias, padres y madres que acudieron a respaldar la convocatoria. Entre ellas, Inés Hernández, la presidenta, que se había preparado sus propias letras, inspiradas por la propia Faraona, para cantarlas durante la marcha: “Hay un instituto en Jerez de la Frontera que tiene pena, penita, pena, porque los políticos no están a su vera. Y aquí estamos como la zarzamora, llora que llora por los rincones, con nuestras manifestaciones, porque no queremos barracones”.
Canciones coreadas y ambientadas por una sonora batucada porque, a ratos, la movilización se vivió como una fiesta, en el sentido de celebrar la unión en favor de un objetivo común, pero como expuso Marta González, en realidad
era un día “duro, de lucha, de rabia, porque sabemos lo que es estudiar en un instituto que siempre ha tenido las infraestructuras más precarias”, y en el que si sus alumnos han salido adelante se ha debido “exclusivamente al esfuerzo de la gente que lo habita, no las administraciones que se despreocupan de sus problemas y sus obligaciones, como si no fuera responsabilidad suya. Este instituto ha creado una comunidad a la que volver, un lugar donde siempre cabe preguntarse cómo es posible resistir con una fuerza y alegría capaz de convertir parte del fango en oro”.
Este miércoles volvían a lamentar que la construcción del edificio no sea “prioritaria en ningún presupuesto”, pero también a advertir que 14 años son muchos años siendo “demasiado pacientes y comprensivos”, y tras recordar que “no se les pide ningún favor, sino que cumplan con su propia legislación, y las obras del IES Lola Flores deben ser una prioridad absoluta. Así que dejen de tomarnos el pelo”.
Desde Marea Verde, Federico Miguel consideraba que “esto es un auténtico escándalo” y calificaba la situación de “insostenible”. “No es de recibo, desde la defensa de la escuela pública, que los presupuestos de la Junta vayan a destinar más de 1.100 millones a mantener conciertos con empresas educativas privadas, cuando necesidades educativas públicas como ésta, después de 14 años, no se resuelven. Algo que es sencillo y barato”. Y mientras sigue la espera, más de 700 alumnos siguen dando clase en condiciones “que no son dignas para el siglo XXI”.
Apoyos directos a la convocatoria
Partidos políticos como
PSOE e IU, así como el sindicato Ustea, Marea Verde y la Flampa respaldaron ayer la manifestación, que discurrió desde la puerta del Campus de Jerez hasta la puerta del Ayuntamiento.