Empezó fuerte Amaral sobre el escenario de la bodega Las Copas la noche del viernes para abrir los conciertos de agosto del Tío Pepe Festival.
Sin ti no soy nada,
Mares igual que tú y
Días de verano anticipaban una noche inolvidable en un viaje por los grandes éxitos de su carrera “desde el 98 hasta nuestros días” que emocionó a sus incondicionales.
El dúo zaragozano integrado por Eva Amaral y Juan Aguirre y su banda demostró por qué sus temas, muchos de ellos convertidos ya en himnos, son intergeneracionales, e hizo vibrar a un público entregado desde el primer momento y hasta invadido por la nostalgia.
Cada uno de ellos era capaz de identificar algún momento de su vida con unas canciones que han marcado un antes y un después en el pop rock español y que tantas horas han cantado estas dos últimas décadas. De ahí el “increíble recibimiento” que les brindaron en una noche en la que todos los presentes disfrutaron “como niños”. Y es que las palmas por bulerías llegaron tras esta primera vibrante carta de presentación y, en Jerez, no hay mejor veredicto que ese.
Amaral interpretó entonces
Rompehielos, el primer single de su nuevo trabajo, en el que aboga por la libertad y el amor libre y recordó sus inicios con
No sé qué hacer con mi vida, una de las canciones menos conocidas de su primer disco, que expresa “la incertidumbre de estos dos elementos de Zaragoza cuando empezamos a hacer música, con un sueño irrealizable que, contra todo pronóstico, se ha cumplido”. No eran conscientes, pero estaban cumpliendo el sueño de miles de personas que pudieron disfrutar de su directo por primera vez en Jerez.
De nuevo el dúo de Eva y Juan dio muestra de su compromiso con otro de sus himnos:
Salir corriendo, un tema que nació de la frustración por los malos tratos que sufrió una persona muy cercana de su entorno y que el viernes dedicaron a todas las valientes “que han dado el primer paso en esa carrera para alejarse de esa persona y salir corriendo”.
No podían faltar
Toda la noche en la calle y
Revolución ponían el público en pie,
aunque hacía tiempo que Amaral había revolucionado el Tío Pepe Festival.
Cómo hablar y Moriría por vos eran otras de las paradas obligatorias en este concierto tan esperado, entre este extenso recopilatorio de éxitos.
Y entonces llegaban los bises. Y reaparecían sobre el escenario. Nadie quería que acabara, pero todos ansiaban gritar a los jefes y cantar la historia de
Marta, Sebas, Guille y los demás, que muchos hemos hecho nuestra a lo largo de estos años.
Eva Amaral sentía tanto el calor, que agradecía lo que consideraba un regalo adelantado 48 horas antes de su cumpleaños. Y por supuesto el respetable le cantó el cumpleaños feliz. “Gracias por este regalo a dos días de mi cumpleaños”, les decía emocionada.
Tras interpretar el
Universo sobre mí, Eva ponía nombres y apellidos al personal del Tío Pepe Festival en una extensa lista de agradecimientos y remataba esta noche mágica con
Cuando suba la marea ante unos seguidores eufóricos y agradecidos por este viaje.
