La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que propone el Gobierno local no contempla limitaciones adicionales al tráfico en el núcleo del centro, ya que se entiende que las peatonalizaciones que se han venido acometiendo en los últimos años y la prioridad otorgada a residentes ya han provocado una reducción de esas emisiones.
Sí
será objeto de limitaciones el perímetro del centro histórico pero únicamente cuando se produzcan “situaciones preocupantes de contaminación”, objetivo para el que se han instalado 15 medidores que serán monitorizados por la Junta de Andalucía.
En el primer caso,
esa ZBE afectaría a las calles Larga, Lancería, Tornería, Letrados, plaza del Arenal, Plateros, José Luis Díez, plaza de la Asunción y entorno de San Marcos, plaza del Clavo, Latorre, Consistorio y plaza del Progreso. En el interior de estas zonas
se fomentará el uso prioritario peatonal con la excepción de tráfico a residentes, transporte público y servicios.
El
teniente de alcaldesa de Servicios Públicos, Jaime Espinar, ha explicado que “la diferencia” con lo que se viene haciendo hasta ahora es que
“se hará un control más exhaustivo” de las restricciones ya existentes y que “el acceso no será por etiquetas medioambientales, sino por permisos”.
A este respecto, ha explicado que se tendrán en cuenta “todas las circunstancias”, pudiéndose expedir “permisos extraordinarios” ya que el control se realizará a través de cámaras de control de tráfico capaces de leer las matrículas de los vehículos “una vez que se apruebe la ordenanza reguladora”.
La otra zona en la que se adoptarán medidas adicionales en caso de que los niveles de emisiones así lo aconsejen es la que va desde la calle Porvera a la calle Larga, incluyendo la plaza San Miguel, Corredera, Rafael Rivero, plaza del Arroyo y San Agustín. Se corresponde con el área trabajada por Movilidad con anterioridad a la llegada del actual Gobierno municipal, de manera que cuenta ya con la instalación de las cámaras.
Espinar ha explicado que este modelo se basa “en el que han seguido otros ayuntamientos de España” y
se justifica en la voluntad del Gobierno local de no adoptar “medidas exacerbadas” y de tomar en consideración los niveles de contaminación de Jerez, que son “distintos a los de otros municipios”.
De hecho, el teniente de alcaldesa de Servicios Públicos recuerda que
“en los tres últimos años” la Junta de Andalucía no ha notificado al Ayuntamiento ninguna incidencia relacionada con la calidad del aire, por lo que no existe “un indicativo que lleve a tomar decisiones restrictivas y contundentes respecto al tráfico”.
Medidas para mejorar la calidad del aire
El Ayuntamiento sí adoptará otras medidas para mejorar la calidad del aire, como la
promoción de calles de plataforma única (plaza del Mercado, eje Puerta de Sevilla-Puerta de Santiago), de tal manera que se pueda “calmar” el rodaje de los vehículos para rebajar sus emisiones y nuevas Zonas 10 (de velocidad obligada a 10km/h).
Asimismo,
una de las medidas “estrella” será la de contar dentro de la Zona de Bajas Emisiones con una línea de autobús 100% eléctrico, cuyo itinerario está por determinar, que tendrá perfil de lanzadera y que conectará con el entorno museístico de la plaza Belén, así como el fomento de otros medios de transporte sostenibles al centro, la mejora de la red de vías ciclistas o la dotación de nuevos aparcamientos para bicicletas.
Espinar ha avanzado que a partir de mañana se iniciará la tramitación de la Zona de Bajas Emisiones, como consulta previa abierta en la página web municipal durante 15 días, antes de que su redacción inicial para que pase a Pleno la Ordenanza Reguladora de la ZBE de Jerez.
La intención es que dicha ordenanza pueda ser aprobada inicialmente en octubre, con el propósito de que se aplique “antes de final de año”, con posterioridad al desarrollo de una campaña informativa y de concienciación.
