La Escuela de Fredes Insa no deja de sorprender en su empeño de ayudar a los niños con cáncer y, este año,
no sólo levantará el telón del Teatro Villamarta tres veces, también
dará el salto a la capital hispalense, con una actuación en el Maestranza.
Es un gran reto actuar en dos ciudades y trasladar a todos los integrantes de la Escuela, a pesar de ser amateurs, pero el objetivo lo merece. “Hay una razón de peso para dar el salto a Sevilla y es que gran parte de los pacientes oncológicos infantiles de Jerez siguen su tratamiento allí, por lo que nos hemos buscado cómplices en el Virgen del Rocío para conseguir ayudar a los más pequeños cuando tienen que estar ingresados en la capital hispalense”, explica la directora de la escuela, Fredes Insa. Para ello, la Escuela contará con la ayuda de Andex (Asociación de Padres de Niños con Cáncer de Andalucía) y AEetc (Asociación Española para los efectos del tratamiento del cáncer) para canalizar lo recaudado.
Andex destinará la taquilla a aliviar a las familias en los gastos que se generan a raíz del internamiento. En concreto,
las ayudas irán dirigidas a desplazamientos a hospitales o a otras ciudades por tratamientos específicos; gastos de farmacia, alojamiento de la familia, rehabilitación, fisioterapia, prótesis, pelucas, gafas y otros artículos que las familias o el paciente necesiten.
Por su parte AEetc vinculará la recaudación a la creación de
unespacio de terapia deportiva en el Hospital Virgen del Rocío del que se beneficiarán todos los niños y adolescentes y, en especial, los niños de Jerez que estén ingresados en la capital hispalense. Se ha demostrado que la práctica deportiva pautada e individualizada aporta enormes mejoras físicas y psico-emocionales en los pacientes y mejora la tolerancia a la quimio o el sistema inmune, la fuerza muscular y la respiratoria. “Por encima de todo eso, es que los niños con el deporte se sienten mejor y más felices con lo que su estancia fuera de casa se hace más llevadera”, explica Insa.
Con estos dos fines en la cabeza la Escuela de Fredes Insa ha preparado un nuevo musical ‘Ilumíname’ que llevará al público al Londres posterior a la Revolución Industrial en el que las mentes inquietas no dejan de crear inventos, levantando las suspicacias de los más conservadores. El eterno debate entre modernidad y tradición se subirá a las tablas del Villamarta tres veces
(una actuación el 21 de junio y dos el 22) y una en el Teatro Maestranza de Sevilla, el día 29 de junio.
‘Ilumíname’ contará con los 350 alumnos de cuatro a 80 años de la Escuela Frendes Insa, 100 voluntarios, más de 600 disfraces, dos decorados de gran formato y casi 5.600 espectadores potenciales que pondrán su granito de arena en conseguir el objetivo solidario de este año.
Progresión solidaria imparable de Fredes Insa
Fredes Insa ha desarrollado una proyección solidaria imparable en la que la Escuela ha ido aumentando sus aportaciones a obras benéficas relacionadas con el cáncer infantil. Comienza en 2018 con la obra ‘Violeta’ en la que se recogieron 1.200 euros para Cáritas. En el 2019, ‘Viva Broadway’ aumenta la recaudación a 2.000 euros que se entregaron a Unicef.En el año 2020, ‘Un sueño llamado respeto’, no pudo llegar a estrenarse por la pandemia y, el salto espectacular, se produce en 2021 de la mano de ‘Los guardianes de las palabras’ en la que recauda 28.000 euros para la delegación jerezana de ‘Por una sonrisa’. En 2022 continúa creciendo con ‘Let’s Jazz’, aportando 43.000 euros a ALCEH de Jerez. En 2023, con ‘El Circo de la Alegría’ y, gracias a la colaboración y la solidaridad de centenares de personasel proyecto solidario de Fredes consiguió el objetivo inicial de los sillones-cama antes de levantar el telón, por la aportación de un benefactor anónimo y le sumó más de 45.000 euros de taquilla que se canalizó a través de la Fundación Manolo Maestre.
Este año la escuela y sus alumnos afrontan el gran reto de conquistar, una vez más, al público jerezano y, por primera vez, al sevillano con el musical ‘Ilumíname’. Sin duda un reto apasionante con dos objetivos necesarios, mejorar la estancia de los pacientes con cáncer, aliviar los gastos de las familias y, sobre todo, hacer que sean más felices.