Joana Sanz no faltaba a la segunda sesión del juicio de su expareja Dani Alves. En medio de una gran expectación, la modelo acudía a la Audiencia de Barcelona para declarar donde, además, se reencontraba con la familia del futbolista demostrando que entre ellos sigue existiendo un gran cariño.
Una declaración que ha sido de lo más comentada e incluso cuestionada en redes sociales al no entender como en un primer momento la modelo aseguró que la noche que sucedió todo no se encontraba en Barcelona y, sin embargo, esta semana ha declarado que sí estaba en el domicilio de la ciudad condal y que su pareja llegó "muy borracho".
Tras estas insinuaciones, Joana ha roto su silencio a través de sus redes sociales lanzando un mensaje de lo más contundente a todos los que la han cuestionado:
"Por salud mental, quería mantenerme al margen de todo este circo mediático que se ha creado. Aún así, la constante lluvia de falsas informaciones me han llevado atener que volver a pronunciarme" comenzaba diciendo la modelo.
Además, aseguraba que "es muy grave que se me acuse de falso testimonio y estoy tomando acciones legales en contra de los medios de comunicación que lo han iniciado y se han hecho eco de dicha acusación".
Joana ha arremetido contra todos los que la han criticado: "Cuanto cinismo hay en este país. ¿Libertad de expresión?, ¿dónde? Todos seguís el patrón de lo políticamente correcto por miedo de decir lo que realmente pensáis y que se os tiren encima. Añadiría un par de cositas más, pero no me vale la pena el desgaste" concluía.