Buena parte de los agricultores que estamos viendo estos días en medio de las carreteras son mayores. Llevan toda la vida trabajando
en un campo que se desangra y reconocen que nunca han visto nada igual. Lo peor de todo, es que cada vez tienen más claro que
“vamos para atrás” y que la sequía no ha hecho más que “inflar” un globo que está a punto de explotar -si no ha explotado ya- de un sector que no puede más.
No piensan venirse abajo, aunque las fuerzas de seguridad disuelvan sus protestas a base de sanciones, como han hecho este miércoles, en el segundo día de la tractorada, con un contingente de la Policía Nacional en la A-4, en dirección al Aeropuerto y Sevilla, después de cuatro horas con la carretera cortada. Esta tarde han vuelto a saltar al asfalto de forma intermitente, y avisan de que estos días “no vamos a parar. Esto va para largo”.
“Están jugando con el pan de nuestros hijos; bastante hemos aguantado ya”, cuenta un agricultor a 7TV mientras se corre la voz de que la Policía viene de camino.
El abandono, la competencia desleal y la excesiva burocracia a la que están sometidos, sumados al recorte de las ayudas,
les tiene atados de pies y manos. “Yo lo único que sé es coger un tractor y labrar el campo.
Y tenemos que arreglar de papeles lo que no hay en los escritos. Yo no sé rellenarlo y nos piden un montón de papeles que ya no sabemos ni por dónde tirar.
Hay más gente arreglándonos papeles que trabajando en el campo”, se lamenta. Con tantos frentes abiertos y poco tiempo para respirar, el día a día del sector “es una ruina. Nos cuesta el dinero. El producto ya no me lo pueden pagar más bajo y a mí ya no me conviene cultivar nada; no da ni para los gastos”.
A pocos metros, otro grupo de agricultores de Sanlúcar dedicados al cultivo intensivo ponen el foco en la competencia desleal. “Están entrando productos de otros países y es imposible competir con sus precios, y encima no tienen las mismas restricciones sanitarias que nosotros.
Nos están estrujando”, denuncia. “No decimos que no entre nada de fuera, pero que cumplan los mismos requisitos y las exigencias que tenemos los europeos. N
o necesitamos millones de euros, necesitamos que se corte lo que entra de fuera y que se venda lo nuestro”.
La sequía lo complica todo, pero la falta de actuaciones a nivel de infraestructuras hidráulicas en la provincia de Cádiz “en 30 años” tampoco ayuda. “Como no llueva, no tenemos agua para sembrar este año”, advierten, dejando claro que si se amplían las restricciones al 75%, como se plantea, “no sería posible sembrar, habría que dejarlo vacío, a ver si podemos criar lo que tenemos sembrado.
Esto es una ruina”.
Luis siembra boniatos, rábanos, coliflores, zanahorias…entre otros cultivos de regadío que tiene claro que no saldrían adelante con las restricciones al 75%. Cada día lo ve todo más negro. “Yo tengo ya una edad y cada vez lo veo peor y mira que conozco lo que viene de atrás”. De ahí que,
“mientras el cuerpo resista vamos para adelante, no podemos achicarnos porque nos matan del todo”, avisan.
Manuel es tractorista y su vida laboral ha estado siempre ligada a la agricultura. Por eso este miércoles también estaba en la protesta. “La situación está muy complicada,
los agricultores necesitan un secretario al lado; todo el dinero se va en papeleos. Hay muchas empresas ganando dinerales sin tener nada que ver con el campo. Son muchas cosas y la sequía ya ha llenado el globo”, señala tras lanzar un mensaje de tranquilidad a la población, a la que piden disculpas. “No estamos aquí para hacerle daño a nadie, ni queremos agresividad. Respetamos a todo el mundo.
Pedimos disculpas por el calvario de tener las carreteras cortadas, pero es la única manera”, concluyen, tras dejar claro su independencia. "No pertenecemos a ningún sindicato ni a ningún partido político. Vamos a seguir hasta que la plataforma (6F) se siente con los ministros para llegar a un acuerdo".