La empresa municipal Emadesa ha recibido la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Sala de lo Social, que resuelve que las extinciones de los contratos de los trabajadores del Plan de Acerados han de ser considerados como despidos nulos, obligando a la empresa a readmitir a los trabajadores a su anterior puesto de trabajo.
El alcalde Fernando Palma, como presidente de Emadesa, tras dar cuenta a la Junta de Gobierno Municipal del contenido de la Sentencia, ha manifestado la intención de la empresa de proceder a la readmisión de los trabajadores afectados. Para dar cuenta de esta decisión se convocará para los próximos días un consejo de administración de Emadesa con carácter urgente y extraordinario.
El Plan de Acerados Municipal se inició en 2008 con la contratación de 14 trabajadores, cuyo cometido era la renovación y reparación de los acerados de la localidad.
En base al Plan de Saneamiento Económico aprobado en Pleno en junio de 2009 se decide, entre otras medidas de ahorro destinados a disminuir el gasto de personal, no efectuar contrataciones temporales y no renovar los contratos temporales, entre estos últimos, se encuentran los empleados del Plan de Acerados.
Motivado en este acuerdo plenario se comunica la extinción del contrato a los 14 trabajadores en julio de 2009 y se decide, ante la reclamación de los trabajadores en el Juzgado de lo Social, defender la legalidad de los ceses. En Primera Instancia los despidos fueron declarados improcedentes, y Emadesa optó por la indemnización. Pero los trabajadores acudieron al TSJA, que esta semana ha declarado los despidos nulos, por lo que la empresa municipal readmitirá a los 14 trabajadores del Plan de Acerados.
Emadesa asume y respeta la sentencia, y felicita a los trabajadores por el resultado en los tribunales. Pero también se reserva el derecho a llevar a cabo las actuaciones destinadas a depurar las responsabilidades de la gestión fraudulenta, en la contratación de personal, realizada en los últimos años por PSOE y USR. Esta gestión ha llevado a Emadesa a la quiebra, ya que se ha tenido que realizar un aumento de capital de 1,3 millones de euros para que la empresa no desapareciese y dejase en la calle a todos sus empleados, mientras que al Ayuntamiento se le ha abocado a una situación insostenible.
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