Ariza protagonizó un pulso en el seno del partido contra sus propios compañeros de Corporación que, por diferencias de criterio en la toma de decisiones municipales, le habían retirado su apoyo para provocar su dimisión.
La alcaldesa, sin embargo, resistió este embite, ganándose la antipatía de la Ejecutiva local del partido, que generó un movimiento de desgaste contra la primera edil, que no se vio materializado en su dimisión.
Posteriormente, este pulso se trasladó a la Ejecutiva provincial, donde el secretario general de los socialistas gaditanos, Francisco González Cabaña, también instó a Ángeles Ariza a que dejara el cargo de la Alcaldía, una pugna de la que Ariza también salió victoriosa.
Fue finalmente tras un encuentro mantenido con el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, cuando el escenario quedó finalmente dibujado, dimitiendo la alcaldesa barreña a las pocas semanas en favor del actual alcalde, Juan Andrés Montedeoca.
Desde entonces, las desavenencias de Ariza con sus compañeros de partido han venido siendo palpables, hasta el punto de que Ariza se ha ausentado de todos los Plenos posteriores. Su sucesora en la bancada será la socialista Guadalupe Martín.
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