La tormenta perfecta. Así ha resumido el nuevo presidente de Asaja, José Pravia Brugarolas, el “particular” año agrícola que está a punto de concluir. Un 2023 “marcado por la sequía” y las reducciones de las ayudas de la PAC (Política Agraria Común), que han acabado “penalizando” y castigando al campo gaditano.
Pravia ha desglosado estos frentes, empezando por las consecuencias de la falta de lluvias y la ampliación del 25 al 50% de las restricciones de la zona de riesgo, que se traducen en 175 millones de euros en pérdidas en el campo gaditano. Esta realidad ha arrastrado especialmente a las cosechas del cereal, cuyo precio ha caído un 40%, mientras que el del girasol lo ha hecho en un 50%. A ello ha sumado un incremento de los costes de producción y de la inflación, que no se corresponde, según ha apuntado, con el aumento de precios en la mayoría de los productos, lo cual también ha acabado resintiendo el campo en ese aspecto.
Las políticas de restricciones de la PAC, que el presidente de Asaja, ha calificado de “agresivas” y que no se ajusta a la diversidad del sector en el país, no han hecho más que complicar la situación. En concreto, según ha expuesto, ha habido un 30% de reducciones de ayudas PAC en la provincia de Cádiz, que han “penalizado” sobre unos 280 millones la renta del campo.
Pese a esta coyuntura, Pravia ha lamentado que el Gobierno central no haya tomado medidas “más acordes” a la necesidad de cada región, y ha puesto ejemplos sobre la mesa, como el hecho de que se obligue a reservar un 4% del terreno sin producir y a posponer a después del verano ciertas labores agrícolas “lo cual no tiene mucho sentido”. “El Ministerio tiene mucho que decir en esas políticas de aplicación de la PAC que no están ajustadas a la casuística y a la diversidad que hay en España. Cádiz no es Centroeuropa, no llueve como allí; tiene sentido copiar y pegar políticas europeas que Europa no te fuerza a adoptar. Tenemos asesores y políticos que se supone que están para estudiar esa casuística”, ha criticado. En cuanto a la ganadería, el máximo representante de Asaja echa en falta “medidas sanitarias” desde el punto de vista nacional para coordinar todas las provincias y las enfermedades que penalizan.
Volviendo a la sequía, para el presidente de Asaja no deja de ser “sorprendente” que el Ejecutivo central , pese a la experiencia de otras sequías gordas como la de los años 90, “no haya tomado medidas desde el punto de vista de infraestructuras hidráulicas” sabiendo cómo funciona la meteorología en Cádiz para “mitigar” los impactos cíclicos que se produce cada diez años aproximadamente. Para ello, ha puesto como por ejemplo la unión de los embalses de Bornos y Guadalcacín a través de vasos comunicantes para que cuando uno se desborde (Bornos) se llene el otro (Guadalcacín).
Con estas circunstancias, las perspectivas para 2024 son “malas”, teniendo en cuenta que las ayudas de la PAC “van a ir a menos”, la capacidad global de los embalses está por debajo del 17%, las restricciones de la zona de riego están al 50% (frente al 25% de 2022) y la bajada de precios hasta el 50% en los cultivos. “Va a ser un año muy complicado, no es llorar porque quien no llora no mama; es la realidad”.
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