"Estamos sorprendidos para bien. A la gente se le ve con muchas ganas de salir”, reconocen a VIVA JEREZ desde el
Restaurante Antonio, en la avenida Tío Pepe, cuando revisan el libro de reservas para las próximas semanas. Ya es
complicado encontrar huecos libres, principalmente en los almuerzos, que desde hace tiempo le ganan la partida a las cenas en Jerez para alargar más la jornada de convivencia y alternarla con zambombas. Lo que sí han notado es que no solo se ha adelantado el alumbrado de Navidad, sino también las comidas de empresas y amigos, aunque aún no haya llegado diciembre.
“Este último fin de semana de noviembre lo tenemos completo prácticamente con reuniones grandes de comensales, y las semanas anteriores también ha habido bastante movimiento”.
Unas circunstancias en las que también ha influido el buen tiempo y las inusuales altas temperaturas registradas en pleno noviembre, dado que suele ser, junto con enero, uno de los peores del año para la hostelería. De cara a diciembre, los grupos grandes que no hayan reservado, pueden tenerlo complicado. “En el Puente de la Inmaculada los días 5 y 6 de diciembre vamos a estar completos, el viernes 15 no hay nada ya, el sábado 16 tampoco;
la gente ya está reservando para Nochebuena, para Navidad y para Reyes”, añade. Si no hay cambios, confían en que las ventas sean todavía mejores que las últimas navidades. “Soy optimista y creo que
vamos a tener entre un 15 y un 20% más, porque la gente está con ganas”. La subida de los precios influye, como reconoce, pero no es impedimento para que los jerezanos no salgan a comer fuera. “Ya cada uno gasta según lo que pueden, si son grupos muy grandes les va a interesar siempre más ir con menús”, aclara.
En el bar Raúl, en Princi Jerez, van también
“a buen ritmo, como el año pasado”. “Ya estamos completos para varios días”, sobre todo el fin de semana anterior a la Nochebuena y en los días del puente, lo cual no quiere decir que para los otros sea sencillo encontrar hueco. “Aquí son todos los días fuertes haya o no comidas de empresa”, reconocen.
En cervecería Retiro, en la Avenida de Europa, ya tienen el mes de diciembre cerrado. “Hay días que no podemos meter a nadie; están todos los cupos cubiertos gracias a Dios”. Unos cupos que abarcan hasta 160 reservas de comensales. A esta cifra hay que sumar un porcentaje para clientes sin reservas que van completando el aforo del establecimiento por orden de llegada. “El fin de semana del puente estamos a tope y el de mediados también”. “La gente se ha adelantado y ha empezado a irse de comida a mediados de noviembre, también influye que hay dos fines de semana menos al caer la víspera de Nochebuena y Nochevieja en sábado”, indican desde este establecimientos por los sábados 23 y 30, para llegar más “descansados” a los días señalados para reunirse en casa con la familia.
En este local, además,
las comidas de este año son las primeras en las que van a contar con autocomanda, una herramienta que acaban de incorporar y que permite a los comensales hacer los pedidos desde la mesa a partir de un código de barra que escanean en su móvil y que reduce los tiempos de espera en los días de mucha afluencia. “Somos de los pioneros, creo que en Jerez solo hay otro restaurante que lo tiene. No es que vayamos a tener menos camareros ni mucho menos, esto no quita puestos de trabajo, pero si los camareros están muy liados tomando nota o sirviendo, desde la mesa se pueden ir pidiendo las bebidas o incluso los platos para que nos llegue directamente a la barra. Llevamos poco tiempo pero la gente lo va aceptando con mucho agrado”, explican.
En restaurante Albores, en la calle Consistorio, tienen todos los fines de semana de diciembre completos, al igual que este último fin de semana de noviembre. “Ya no tenemos huecos libres hasta el domingo 17 de diciembres y el jueves 22 y viernes 23, porque el sábado 24 no hacemos reservas. El 29 de diciembre también tenemos algún hueco”, señala una trabajadora mientras repasa el libro de reservas. En este caso, los más rezagados también pueden tener opciones de sentarse en la terraza, que funciona por orden de llegada, aunque están más supeditados al tiempo y corren el riesgo de quedarse sin sitio. En lo que todos los bares consultados coinciden es que el Covid es historia, lo mencionan de pasada, como un mal recuerdo de las Navidades del confinamiento de 2021. Como si nunca hubiera existido.