La Plataforma por el Tren de la Costa Noroeste entiende que una vez constituidos los nuevos ayuntamientos es momento de retomar la reivindicación de conectarse a Jerez a través del ferrocarril, recuperando de este modo recuperando una infraestructura que dejó de funcionar el 31 de diciembre de 1984 y que desde entonces ha sido desmantelada de manera progresiva.
Juan Antonio Ruiz, portavoz de la plataforma, recuerda que “todos los plenos municipales desde Lebrija hasta Cádiz” aprobaron mociones en este sentido en el último tramo de la pasada legislatura, por lo que cree que transcurrido un tiempo prudencial desde la toma de posesión de los nuevos gobiernos ha llegado el momento de “cumplir lo prometido”.
Ese compromiso pasaba por “presionar” a las administraciones públicas superiores –Estado y Junta, fundamentalmente- para que al menos impulsen los necesarios estudios de viabilidad del proyecto y se pueda empezar a “presupuestar”.
Se parte de la base de que “de las quince ciudades españolas de más de 20.000 habitantes sin ferrocarril, doce son andaluzas”, dándose además la circunstancia de que Sanlúcar de Barrameda, además de carecer de tren, cuenta con una “pésima conexión” en autobús con el resto de la provincia.
Por si fuera poco, los municipios de la Costa Noroeste (Sanlúcar, Rota y Chipiona) reciben en verano a miles de visitantes, lo que convierte a las vías de acceso “en un embudo”. Eso sin dejar de lado que los propios vecinos de estos núcleos tienen “necesidades de conectarse con los servicios hospitalarios, las universidades e incluso los puestos de trabajo”.
Por último, la plataforma está convencida de que la conexión de ferrocarril supondría “un factor de desarrollo económico” para toda la comarca, ya que se facilitaría la “posible atracción de nuevas inversiones”.
El Pleno del Ayuntamiento de Jerez se sumó a estas reivindicaciones en junio de 2022 a través de una declaración institucional suscrita por todas las fuerzas políticas.
La idea pasa por conectar a los municipios de Chipiona, Rota, Sanlúcar de Barrameda y Trebujena a la red básica ferroviaria estatal a través del recorrido Cádiz-Sevilla, poniéndose en funcionamiento la línea de ferrocarril de la Costa Noroeste.
La declaración institucional argumentaba motivos logísticos, económicos, medioambientales y ecológicos, ya que entre otras cosas se aludía a las bajas emisiones provocadas por el ferrocarril frente al automóvil, que a día de hoy es prácticamente el único medio de comunicación existente entre todos estos municipios.
Se instaba por tanto a la Junta de Andalucía, al Administrador de Infraestucturas Ferroviarias (ADIF) y al Gobierno de España a dedicar los recursos necesarios para dotar a esta zona de una nueva línea ferroviaria de doble vía electrificada y dotada del sistema europeo de gestión del tráfico ferroviario que permita esta conexión.
Al mismo tiempo también se instaba al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a que incluyera este proyecto en el plan ferroviario, mientras que se pedía a la Diputación Provincial, a la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta y a los consorcios de transportes de Sevilla y de la Bahía de Cádiz que apoyaran esta iniciativa ante el propio ministerio.
La propuesta contemplaba incluso la puesta en marcha de una comisión de seguimiento integrada por los municipios afectados para evaluar el inicio y desarrollo de esta infraestructura.
La declaración institucional partía de la base de que la supresión de la línea ferroviaria entre El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda constituyó el 31 de diciembre de 1984 “uno de los hitos más negativos de la historia reciente” de la provincia, ya que esa infraestructura “permitía a miles de personas conectarse con Jerez y la Bahía de Cádiz sin necesidad de recurrir al automóvil”.
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