Esta acción es fundamental para preservar el equilibrio medioambiental en el Estrecho y aumentar el conocimiento científico sobre las aves planeadoras que realizan durante el periodo estival su migración postnupcial entre Europa y África. Ambos principios responden a la filosofía del programa EcoBaleària desarrollado por la Fundació de la naviera, muy interesada tanto en contribuir a la investigación medioambiental en aquellas zonas geográficas donde desempeña su actividad comercial la compañía como en ayudar a formar grupos de voluntarios que desarrollen políticas activas de protección del medio.
Cada año, el colectivo ornitológico Cigüeña Negra realiza un censo de aves centrándose en el estudio de una o dos especies. Durante el presente verano de 2010, la investigación se ha centrado en la cigüeña blanca y ha contado con 70 voluntarios en la zona europea y otros 20 en la africana. Facilitar la comunicación entre ambas orillas ha sido una de las tareas impulsadas por la Fundació Baleària.
Además de la contabilización de ejemplares, que es publicada prácticamente en tiempo real en una base de datos y que cuenta con el apoyo de numerosas instituciones científicas españolas, inglesas o francesas, el programa también permite el estudio de las rutas y la velocidad de las aves y la localización de dormideros. Estos objetivos provocan que la labor del voluntario sea ardua: deben madrugar para avistar las primeras aves, trasnochar para detectar los dormideros y hacer frente a las numerosas horas de sol y a las condiciones de viento del Estrecho.
Ya con anterioridad, la Fundació Baleària y el colectivo ornitológico habían colaborado en la difusión de los valores medioambientales con la exposición Senda, en la que el pintor Nicolás Ruiz Corte retrató algunas de las aves más emblemáticas en una colección que fue expuesta en los ferrys de Baleària Patricia Olivia y Passió per Formentera.
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