Jerez

El Marco de Jerez espera que la cosecha se imponga al calor y la sequía

_Los viticultores temen que el levante termine rebajando el peso de la uva

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  • Una imagen de la vendimia de años anteriores. -

El Marco de Jerez está ya muy pendiente de la evolución meteorológica, toda vez que de lo que ocurra en estas próximas semanas va a depender en buena medida el devenir de una vendimia que se antoja a la vuelta de la esquina.

La del año pasado fue una cosecha corta (44,4 millones de kilos de uva) y esta vez la previsión es que el volumen de uva molturado se incremente en “un 15 ó 20 por ciento”, según avanza Francisco Guerrero, presidente de Asevi-Asaja.

Pero esa estimación está todavía cogida con pinzas dado que habrá que ver cómo evoluciona la meteorología. “La uva no está mal si se tiene en cuenta que ha sido un año bastante corto en lo que a lluvias se refiere y con temperaturas bastante altas. Están corriendo vientos frescos por la noche y eso siempre es una ventaja, pero todavía queda para que esté en condiciones de ser vendimiada”, explica.

En el sector hay “bastante inseguridad” e incluso “miedo”, porque la aparición del levante podría restar peso a la uva en estas próximas semanas y esa circunstancia “se llevaría por delante ese tanto por ciento más” de cosecha que los viñistas prevén para este año.

Por tanto, interesa que el poniente se imponga al levante de aquí al inicio del mes de agosto y que siguieran cayendo rociadas nocturnas para paliar los efectos de la sequía. No hay que olvidar que en mayo se registraron “temperaturas anormales” y que la viña “es un ser vivo que sufre las consecuencias” de la meteorología igual que los seres humanos.

El año pasado se empezó a vendimiar a final de julio y de hecho el Consejo Regulador ofreció su primer parte el 1 de agosto, con cuatro lagares ya en funcionamiento.

La previsión de Asevi-Asaja es que esta vez no se comiencen tan pronto estas faenas en el campo, sino que se retrasen hasta la segunda semana de agosto.

Guerrero constata que existe una “demanda importante” de uva por parte de las bodegas, algo que repercute directamente en los precios y que permite a los viticultores recuperarse de un periodo anterior marcado por los bajos precios.

“Hay bodegas que quieren uva como sea y están subiendo algo los precios, pero hay que recordar que hemos tenido años con precios bajísimos que ni siquiera llegaban a cubrir las necesidades. Ahora parece que nos estamos recuperamos algo”, apostilla el presidente de la organización de viñistas Asevi-Asaja. 

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