El conocimiento del origen de las fechas reivindicativas nos explica aún muchos motivos de su aún existencia. Hoy, 28 de junio, reivindicamos el Día Internacional del Orgullo LGTBIQAP+, porque un día como hoy, hace algo más de cincuenta años, un grupo de personas LGTBI, con mujeres trans y racializadas a la cabeza, salieron de forma visible a las calles, a decir que querían ser y existir tal como eran, sin represiones, sin señalamientos, sin escondites, sin miedo y sin agresiones. Un día para subrayar que la diversidad existe y que es inherente a la naturaleza humana, y que esa diversidad debe ser tratada, enfocada y vivida con respeto, inclusión, visibilidad y equidad. Y desde entonces, la lucha de la comunidad LGTBIQAP+ ha pivotado en esos cuatro aspectos en todos los ámbitos: social, legal, cultural, educativo, etc.
El Orgullo es una fecha relevante porque implica visibilidad como primer paso para la autoestima. Una autoestima necesaria para que no nos de igual que nos llamen "maricones" o "tortilleras" por la calle y que nuestra única respuesta sea acelerar el paso por miedo a que nos agregan. Autoestima necesaria para ser personas íntegras y completas acorde con nuestra identidad de género, y poder vivirlo con dignidad y comprensión de nuestras propias realidades. Sin embargo, actualmente el Orgullo es una fecha con un significado aún mayor, que nos hace retomar las razones que pensábamos que ya no estaban siendo necesarias.
La actual deriva contra la diversidad LGTBIQAP+, ya sea liderada o permitida, por las derechas políticas, nos recuerda que ningún derecho puede darse por sentado y que aún queda camino para fortalecer los objetivos de nuestra reivindicación. La ultraderecha, actualmente en el poder en Italia, está atacando las familias homoparentales impugnando que dos mujeres puedan ser madres de un mismo bebé. Y esto es solo el comienzo del ataque, el alimento del odio, de la duda de lo natural, de plantear nuestra realidad como un hecho ilícito, que debe ser apartado, excluido y corregido por "desviarse" de la única normalidad que la derecha considera que debe ser. España está sembrando el mismo camino que Italia. El poder territorial de las derechas está eliminando o vaciando de contenido consejerías autonómicas y concejalías municipales que antes buscaban la aplicación, defensa y protección de nuestros derechos. Incluso, como en el ejemplo de Castilla y León, se está persiguiendo de forma punitiva la exposición de la bandera LGTBI en edificios públicos, una bandera que enarbola derechos humanos y defiende una sociedad mejor.
Ante esta deriva de la derecha en contra de nuestro derecho a una vida íntegra y digna no es posible la equidistancia. O se está a favor, o se está en contra. O se lucha contra ella, o se está siendo cómplice. Las agresiones a personas LGTBI son hechos reales, la puesta en duda de nuestras realidades tan solo alimenta el odio. La tan sola amenaza de derogar la Ley Trans y LGTBI, que ha sido tan importante para seguir avanzando en la senda de la convivencia y el respeto, es una amenaza también para volver a meternos en los calabozos y en las oscuridades, por negar nuestra existencia y por erosionar un consenso que estábamos empezando a conseguir tras tantos años de lucha.
En JereLesGay seguimos con nuestros grupos y actividades, constantes y necesarios, y que son de alguna manera una alternativa solucionadora de una realidad larvada diaria llena de conflictos, agresiones y aislamientos. El Grupo Joven y el Grupo de Mujeres ponen en común casuísticas, se establecen relaciones en un entorno de confianza, resuelven dudas y permiten el empoderamiento personal de las personas asistentes. También llevamos a cabo grupos culturales necesarios para la socialización entre iguales, como el Club de Lectura. Pronto lanzaremos el Grupo de Realidades Trans y el Grupo de Familia, que en el último año han copado la mayoría de las consultas que nos llegan. A JereLesGay nos llegan numerosas necesidades de atenciones psicológicas todas las semanas, peticiones en base a numerosas casuísticas, como por ejemplo personas que han sufrido agresiones, personas que tienen severos conflictos familiares en relación su orientación sexual o identidad de género, familias que no cuentan con herramientas para apoyar a menores trans, personas jóvenes que necesitan apoyo y escucha para empezar a comprender su propio camino y su propia realidad, etc. Una actividad que insiste en lo mucho que aún es necesario la visibilidad y la lucha en las calles y la necesidad de tener una mayor ambición: porque más allá de la foto en una fecha. y es necesario hacer más, ir más allá, un mayor compromiso, público y visible, de quienes realmente entiendan que la diversidad son derechos humanos y nos afecta a todas las personas, todas las instituciones y todos los agentes sociales.
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