Piden que no se autoricen plantas de renovables en Jerez donde esté en peligro la avifauna

Publicado: 19/06/2023
Consideran que se pone en riesgo la conservación y recuperación de diversas especies de aves
La Plataforma en Defensa de Viñedos y Paisajes del Marco de Jerez y Ecologistas en Acción-Jerez han pedido a las administraciones públicas que no autoricen la construcción de parques eólicos y fotovoltaicos en aquellos espacios donde pongan en peligro a las poblaciones de avifauna esteparia y que reconsideren las autorizaciones de aquellas donde, a posteriori, se detecte el impacto negativo sobre las mismas.

Según resaltan en un comunicado, esta situación se ha convertido en una nueva para la campiña. Amenaza que, "además de afectar a valores como el paisaje o a actividades como el desarrollo del turismo rural, pone en riesgo la conservación y recuperación de diversas especies de aves", apuntan.

En su opinión, "la destrucción y ocupación del territorio, así como la colocación de barreras físicas y visuales amenazan a muchas de las especies presentes y, sin duda, impedirá la vuelta y recuperación de aves tan singulares como avutardas y sisones".

Los ecologistas insisten en que "es necesario seguir desarrollando energías renovables, pero de forma ordenada, en aquellos lugares donde causen un menor impacto, sin emplear tierras cultivables más allá de lo estrictamente necesario y, en todo caso, sin causar perjuicios a la biodiversidad, el paisaje, la cultura, el patrimonio y el desarrollo de actividades económicas sostenibles".

A este respecto señalan que la observación en las últimas semanas de avutardas en la campiña jerezana "reafirma la posibilidad de recuperar sus poblaciones y la necesidad de impedir que los parques eólicos y fotovoltaicos acaben por desterrar a esta hermosa ave de nuestros campos. De no poner freno a esta ocupación de terrenos agrícolas la avutarda puede correr la misma suerte que su pariente el sisón, que recientemente ha sido declarado por el Ministerio de Transición Ecológica en peligro de extinción".

Aves esteparias, un tesoro amenazado

(Ecologistas en Acción realiza el siguiente recorrido en torno a la riqueza de la avifauna en la campiña de Jerez para acentuar la gravedad del problema):

"Cuando hablamos de la riqueza faunística de la provincia de Cádiz la mayoría de las personas piensan en especies presentes en nuestras sierras, bosques, costas o humedales. Son pocos los que conocen la interesante biodiversidad que alberga la campiña de Jerez y su comarca.

Se trata de un espacio que, a menor escala y con matices, constituye un hábitat parecido a las praderas norteamericanas o a la estepa rusa, que cuenta con especies adaptadas a la vida en este tipo de ecosistemas, caracterizados por el predominio de grandes espacios abiertos, de orografía plana o suave y con vegetación herbácea o de porte bajo. A diferencia de las praderas o la estepa, la campiña es un medio completamente antrópico donde la cubierta vegetal está formada por cultivos de secano, viñedos y por antiguas marismas.

De entre los grupos de vertebrados propios de estos lugares el de las aves es con diferencia el más numeroso. A las especies propias de este tipo de hábitats se las denomina aves esteparias.

Hasta bien entrado el siglo XX especies como la gran avutarda o su pariente menor el sisón eran abundantes en los alrededores de Jerez. Así lo recogieron al final del siglo XIX en sus escritos los naturalistas y cazadores Abel Chapman y Walter J. Bock, este último afamado bodeguero residente en la ciudad.

Otras aves propias de espacios abiertos presentes son alcaraván, alzacola, cogujada, alondra, triguero, collalba, buitrón, chotacabras, canastera, codorniz, perdiz, etc.

Entre las aves de presa al aguilucho cenizo y al cernícalo primilla, propios de estos hábitats, se suman cernícalo vulgar y lechuza común, ambos nidificantes habituales en cortijos y casas de viña o el invernante búho campestre. Otras rapaces que se reproducen en espacios cercanos como Doñana utilizan la campiña como cazadero o lugar de paso algo que también ocurre con numerosas especies durante los pasos migratorios.

Es fácil que nos sorprenda en la zona el trompeteo de las grullas comunes a las que podemos ver alimentándose o descansando durante la invernada en lugares como las cercanías de la marisma de Trebujena, donde también están citadas la ganga ibérica y la ganga ortega.

Las especies citadas y otras muchas, que también están presentes en la campiña, son importantes aliados en la lucha contra las plagas, como bioindicadores y constituyen un recurso por explotar desde el punto de vista del turismo ornitológico y como complemento del turismo rural.

En las últimas décadas varios factores han hecho que diversas especies hayan desaparecido o reducido drásticamente su número. Entre las que se han extinguido destacan avutarda o sisón y entre las que han reducido sus efectivos alzacola, aguilucho cenizo o codorniz. El uso de venenos en agricultura, la mecanización del campo, el cambio en los ciclos de cultivo de los cereales, la construcción de infraestructuras o la caza son algunas de las causas que han incidido negativamente en las aves de la campiña.

No obstante, desde hace unos años, se están produciendo algunos cambios, como: el incremento en la conciencia ambiental, el crecimiento de la superficie de cultivos ecológicos, la disminución del uso de venenos, la mejora en la gestión de la caza o un mayor cuidado en la siega del cereal en época de cría. Todo esto nos permitía albergar la esperanza de que pudiera darse un aumento en las poblaciones de las especies presentes y que, incluso volvieran a establecerse las que han desaparecido recientemente.

Sin embargo, una nueva amenaza se cierne sobre la campiña. Amenaza que, además de afectar a valores como el paisaje o a actividades como el desarrollo del turismo rural, pone en riesgo la conservación y recuperación de diversas especies de aves."

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