Jerez se dispone a vivir la Semana Santa más larga de la historia, ya que nunca antes había tenido nazarenos en la calle durante nueve días consecutivos de manera ininterrumpida.

Ello es posible por la incorporación del Sábado Santo, una jornada que se habilitó para la salida de las cofradías entre 1957 y 1983 pero que nunca terminó de enraizar en un imaginario popular que tradicionalmente daba todo por concluido en la noche del Viernes Santo.

Serán tres las hermandades que procesionen en esta jornada: Sacramental de Santiago, Mortaja y Piedad.

La primera de ellas lo hará por primera vez en Semana Santa ya que en su densa histórica nunca se planteó hacer estación de penitencia.

Lo hará con uno de sus titulares, el Cristo de las Almas, y con los hermanos desprovistos de túnica nazarena.

La Mortaja se incorpora a esta jornada después de procesionar en la noche del Sábado de Pasión, antesala del Domingo de Ramos.

La Piedad regresa a un día que ya conoció, recuperando además la alegoría del Triunfo de la Cruz sobre la Muerte.  

Pero hay mucho más. La Hermandad de la Entrega de Guadalcacín volverá al centro de Jerez en la tarde del Sábado de Pasión en lo que se antoja ya su última experiencia como cofradía de vísperas toda vez que el próximo año se incorporará a la nómina de las que hacen estación de penitencia a la Catedral, posiblemente el Jueves o Viernes Santo.

Será la única cofradía en la previa del Domingo de Ramos, junto a la Agrupación Parroquial de la Humildad de Barbadillo.  

Ya el Domingo de Ramos, este año será muy especial para la Hermandad de la Borriquita, que en octubre coronará canónicamente a la Virgen de la Estrella.

Pasión estrena avances en la talla de su único paso, que ya se dejarán ver en la trasera del canasto. El Perdón cumple 50 años de su primera salida procesional y 25 en la ermita de Guía.

El Transporte recuperará la guardia romana junto al Señor del Consuelo. Serán 16 los soldados que formarán parte de este escuadrón, que promete ser uno de los atractivos del Domingo de Ramos.  

Las cofradías del Lunes Santo confían en sacarse la espina de la mala experiencia del año pasado, cuando aquellas que se encontraban en la calle sufrieron los rigores de un tremendo aguacero.

El único paso de la Hermandad de la Sed estrena nuevos trabajos de talla, de David Medina. La Paz de Fátima incorpora un soldado romano a su paso de misterio.

El de La Cena -que llegó desde Sevilla en 1973- cumple 50 años en Jerez. Su capataz, Martín Gómez, lleva 40 años al frente de su cuadrilla.  

El Martes Santo podrá contemplarse el resultado de la restauración del techo y las caídas de palio de la Virgen del Desconsuelo, un trabajo que ha realizado el taller de Charo Bernardino.

El Señor de la Salud de San Rafael será acompañado por un centurión, la primera de las imágenes que deberán salir del taller de Fernando Aguado para este conjunto.

El único paso de la Hermandad de la Salvación presentará como novedad la culminación de la talla del frontal del canasto.

Ya el Miércoles Santo, el paso del Señor de la Flagelación lucirá la última fase de la restauración acometida por Daniel Sánchez Vázquez, un artista onubense que también ha intervenido el canasto de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Ambas piezas han recuperado el esplendor perdido a lo largo de las últimas décadas.

Quizá este sea el último año que Santa Marta procesione el Miércoles Santo, ya que un sector de la cofradía apuesta por su incorporación al Sábado Santo, una jornada que lo resulta extraña.

Esta hermandad saldrá hacia la calle Nuestro Padre y Señor de las Penas, buscando la Basílica de la Merced.

El Jueves Santo veremos al Cristo de la Esperanza de la Hermandad de la Vera Cruz con acompañamiento de cornetas y tambores, en sustitución del habitual trío de capilla; mientras que la Virgen de Gracia y Esperanza, de la Hermandad de la Lanzada, lucirá manto bordado; y la Virgen del Mayor Dolor estrenará candelabros de cola.

En la Madrugada del Viernes Santo sobresale el hecho de que la Hermandad de las Llagas haya contratado a una cuadrilla de costaleros asalariados para su paso de palio, que el año pasado debió regresar al templo poco después de la salida por falta de fuerza.

De hecho, esas carencias costaleras han motivado también el relevo en el martillo del palio de la Hermandad de la Paz de Fátima.

Por lo demás, La Misión modifica sustancialmente su itinerario de regreso, lo que le permitirá llegar a su templo casi dos horas antes que en 2022.

El Viernes Santo deja como grandes novedades el dorado del frontal del paso de la Virgen de Loreto y el bordado del techo de palio de María Santísima de la Concepción, que estrena además peana y jarras de entrevarales.

Por último, la Hermandad del Resucitado dejará en casa a la Virgen de la Luz y recuperará su horario de salida habitual.